La buena alimentación es el pilar fundamental de la salud y del desarrollo de capacidades a lo largo de la vida. Una alimentación insuficiente en calidad o cantidad, especialmente durante la gestación y los primeros años de vida, lleva a la desnutrición. La mala alimentación es también el principal factor relacionado con el desarrollo de sobrepeso y obesidad.
México no ha superado la desnutrición y las prevalencias de obesidad son de las más altas en el mundo. Existe clara evidencia de que la obesidad aumenta el riesgo de complicaciones y muerte por Covid-19, por lo que la pandemia ha reforzado la necesidad de prevenir la obesidad y sus comorbilidades.
Nuestro sistema alimentario ha sido incapaz de erradicar la inseguridad alimentaria y la desnutrición (altamente prevalentes en México); está propiciando una epidemia de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles (principales causas de muertes prevenibles), y ha contribuido a la degradación de nuestro ambiente. Por tanto, urge crear un sistema alimentario saludable, sostenible y que favorezca a la equidad.
Para prevenir la mala nutrición debemos modificar nuestra dieta, aumentando el consumo de verduras, frutas, frijoles y otras leguminosas y cereales de grano entero, como la tortilla tradicional, y disminuyendo el consumo de harinas refinadas, carnes rojas, embutidos y, particularmente, de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados (altos en azúcares, grasas saturadas y sodio), cuyo consumo es necesario reducir en forma drástica.
A fin de lograr esta meta, se requieren acciones con un enfoque multisectorial y sistémico que deben aplicarse en nuestro sistema alimentario, educativo, de salud y en el entorno alimentario, con el apoyo de una campaña educativa. Este paquete integral comprende diversas acciones, algunas de ellas en proceso de ser diseñadas o implementadas, e incluye:
- Sistema alimentario:Fomentar la producción de alimentos saludables por pequeños productores agropecuarios, con técnicas de producción agroecológica, su distribución y abasto. Propiciar el procesamiento mínimo de alimentos, reducir su desperdicio y aplicar estándares nutricionales y ambientales en las compras gubernamentales de alimentos.
- Sistema escolar: Convertir a las escuelas en espacios que promuevan la salud y la actividad física para que contribuyan a la prevención y el control de la mala nutrición. Asegurar la venta de alimentos y bebidas saludables y evitar las que no lo son, así como garantizar la disponibilidad de agua potable y promover la actividad física durante el recreo y en las clases de educación física.
- Sistema de Salud: Dado que la gestación y los primeros dos años de vida (primeros mil días de vida) es un periodo crítico de formación de hábitos de alimentación y, por lo tanto, considerado clave para prevenir la desnutrición y la obesidad, las acciones en este grupo de edad se diferencian de las de otras etapas de la vida.
A. Acciones en los primeros mil días de vida: Servicios de atención prenatal para lograr embarazos saludables, promoción de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y continuada a los dos años o más, así como alimentación complementaria libre de alimentos no saludables. Proveer de suplementos nutricionales a los niños que lo requieran y de servicios universales de control del niño sano y vacunación.
C. Acciones de promoción de una buena nutrición y prevención, y tratamiento de obesidad a partir de los dos años mediante consejería alimentaria, tratamiento de la obesidad y prevención secundaria de comorbilidades.Entorno alimentario: Impuestos a alimentos y bebidas con baja calidad nutricional, etiquetado frontal de advertencia, restricción de la publicidad de alimentos dirigida a niños, niñas y adolescentes y promoción de actividad física en el transporte, recreación y trabajo.
D. Comunicación y orientación alimentaria: Actualización de guías alimentarias que promuevan dietas saludables y con bajo impacto ambiental, basadas en alimentos predominantemente no procesados, asequibles y culturalmente pertinentes, que se difundan mediante los sistemas de salud y escolar, así como en campañas de comunicación en medios masivos.
Para la prevención y el control de la obesidad es indispensable aplicar el paquete integral de acciones. Ninguna acción aislada, por sí sola, es suficiente; es la suma de los efectos de cada uno de los componentes del paquete lo que dará los resultados esperados.
Si queremos que los mexicanos de la siguiente generación sean personas sanas, viviendo en un planeta sano, debemos todos contribuir a la aplicación de este paquete. •