Ahora que ya comenzamos a ver productos con sellos en sus empaques, notamos que han despertado el interés de muchas personas, lo cual hace que empiece a haber una reflexión sobre el objetivo de esta medida implementada por nuestro gobierno reciente.
Al ver los sellos en los productos con cantidades excesivas de caloría azúcares, grasas y sodio, lo primero que nos viene a la mente es que se trata de un tema de salud, lo cual es cierto; pero muchas veces no tenemos presente que la salud y la economía van de la mano, y que ambas son esenciales para el desarrollo y el bienestar social.
Muy seguramente se preguntarán, ¿qué tiene que ver el nuevo etiquetado de advertencia con la economía de nuestro país?
Las empresas transnacionales de alimentos y bebidas dirán que el nuevo etiquetado les ocasionará una gran pérdida de dinero, pero no nos dicen que la obesidad nos cuesta 5.3% del PIB del país, es decir, ¡1.3 billones de pesos!, y que estos costos los estamos pagando todas y todos los mexicanos con nuestros impuestos.
Esta impactante suma de dinero contempla tanto los costos para la atención de la obesidad, como los derivados de la pérdida de productividad de las personas, que al desarrollar alguna enfermedad ocasionada por la obesidad tienen que ausentarse de sus empleos, o incluso dejan de trabajar por su condición de salud.
Además, el costo de la obesidad en México es diez veces mayor que el presupuesto total de la Secretaría de Salud y rebasa el presupuesto del ISSSTE y del IMSS juntos, lo cual nos habla de la falta de recursos con los que cuenta el país para hacer frente a la obesidad y a todas sus complicaciones. Por eso, muy tristemente, muchas personas tienen que pagar de su bolsillo los medicamentos, las consultas, los estudios, etc., que necesitan para atender su enfermedad.
Si no se llevan a cabo acciones contundentes para frenar la obesidad, estos costos seguirán aumentando. Por ello, el nuevo etiquetado de advertencia es un elemento indispensable para frenar el alto consumo de productos ultraprocesados que han invadido todos nuestros espacios, desplazando el de alimentos del campo y ocasionando en gran medida la obesidad.
El nuevo etiquetado de advertencia representa un gran avance en materia de salud, e incluso recientemente fue premiado por las Naciones Unidas como un elemento clave para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, como la obesidad. Sin embargo, al mismo tiempo, también contribuirá al desarrollo económico y la competitividad del país, al evitar pérdidas de recursos para el gobierno y para las familias mexicanas.
¡Defendamos el nuevo etiquetado por nuestra salud y nuestra economía! •