narrativa de avergonzar a las víctimas de violencia sexual, que resuena a través del tiempo.Foto Afp y Wikimedia Commons
Viernes 16 de octubre de 2020, p. 3
Una estatua de Medusa, con su cabellera de serpientes, está causando controversia por ser ella quien, en una mano sostiene la cabeza de Perseo y, en la otra, la espada ejecutora. La obra de bronce invierte la narrativa, pues, según el mito griego, fue el héroe quien la asesinó, utilizó su cuerpo desmembrado como arma y la ofrendó a la diosa Atenea. El pasado martes, la pieza de dos metros de alto del artista Luciano Garbati se instaló en el parque Collect Pond, desafiante, frente a la Suprema Corte en la ciudad de Nueva York, como un eco del movimiento Me Too.
Tantas veces representada, con frecuencia se omite que Medusa era una hermosa doncella del templo de Atenea que fue violada por Poseidón y en castigo convertida en monstruo por la misma diosa griega de la sabiduría y la guerra. Al recuperar este lado de la historia, Garbati cuestiona: ¿Cómo es posible que sea un triunfo, si estás derrotando a la víctima?
Es un retrato de Medusa en un momento de autodefensa sombríamente empoderada
. Así se lee en la página de Internet del proyecto artístico en Nueva York MWTH (que en inglés se pronuncia como mito), el cual lleva arte a los parques y que hizo posible la colocación de esta nueva interpretación artística.
Este mito clásico es parte de la narrativa de avergonzar a las víctimas de violencia sexual que resuena a través del tiempo
. Medusa es culpada y castigada por el crimen del que es víctima, expulsada como la gorgona que convertía a los hombres en piedra con la mirada. Refugiada en una cueva; con ayuda de los dioses, Perseo la decapitó mientras dormía. En algunas fuentes se menciona que estaba embarazada.
La estatua fue colocada en este espacio público como parte de la acción discursiva frente al tribunal encargado de juzgar casos destacados, como el del productor Harvey Weinstein. La obra Medusa con la cabeza de Perseo es convocada a ser un símbolo de justicia.
En 2018 Garbati, un artista italo-argentino, publicó una foto de la escultura que ahora es exhibida en un tiempo convulso, cuando el movimiento feminista y las incendiarias protestas contra el racismo han cobrado fuerte presencia. Parte de las acciones han consistido en derribar monumentos de colonialistas y esclavistas, ahora símbolos del opresor.
Apenas el pasado 12 de octubre, el llamado Día de la Raza, en la capital de Bolivia el monumento de la reina Isabel la Católica fue intervenido con la vestimenta de chola, con prendas tradicionales de las mujeres andinas.
Esta Medusa redignificada es una respuesta directa de Garbati a la famosa estatua de Benvenuto Cellini, esculpida en el siglo XVI, que se exhibe en la plaza de la Señoría, en Florencia, Italia.
La nueva versión del mito griego ha causado controversia: algunos celebran la acción, otros descalifican el acto de violencia, cuestionan que debería ser la cabeza de Poseidón la que represente la venganza o para justifican el asesinato cometido por Perseo, al considerarlo una acción heroica para salvar a su madre Danaé.
MWTH es realizado por artistas que analizan los hábitos narrativos en los imaginarios clásicos, su papel en la cultura actual y una visión a futuro. Se inició en 2018 por la artista Bek Andersen para reformular a los héroes de la antigüedad, retratados en historias que se han contado a lo largo de los siglos y que han impregnado la iconografía actual.
Andersen contactó en Argentina a Luciano Garbati para llevar la escultura a la ciudad estadunidense, donde se exhibió en 2018, causó un efecto viral, se volvió símbolo de resistencia en el mundo e inspiró a mujeres a compartir sus historias.