México es el quinto país con mayor deuda externa, tanto pública como privada, entre los países de ingreso medio y bajo. Sus obligaciones con el exterior alcanzaron 469 mil 729 millones de dólares en 2019, antes de la crisis a raíz de la pandemia de Covid-19, según el Banco Mundial (BM).

La deuda creció 3.6 por ciento el año pasado, 16 mil 571 millones de dólares respecto de 2018. Las obligaciones de largo plazo en el sector público sumaron 303 mil 617 millones de dólares, lo que incluye las empresas productivas del Estado y todos los niveles de gobierno.

En tanto, la deuda externa del sector privado respaldada por el gobierno fue de 200 millones de dólares, mientras la no garantizada alcanzó 99 mil 276 millones. Este último rubro creció casi al doble que la deuda general, señaló el BM. Los 66 mil 636 millones de dólares restantes son deuda a corto plazo.

David Malpass, presidente del organismo, subrayó que los niveles de deuda mundial, sobre los que se sostiene la crisis por Covid-19, requieren mayor transparencia y que en algunos países, además de la suspensión del servicio de la deuda, se promueva la reducción del saldo y una restructuración más rápida.

Las estadísticas sobre deuda elaborado por el organismo consignan que entre los países de ingreso medio y bajo el pasivo externo alcanzó el año pasado 8 billones 139 mil millones de dólares; de ésta, 38 por ciento era del sector público.

El aumento ya era una preocupación, afirmó. En los países de ingresos bajos que son elegibles para entrar al programa de suspensión del pago del servicio de la deuda que se logró en abril con el G-20, la deuda externa total aumento 9.5 por ciento respecto del año previo, en suma 744 mil millones de dólares.

Prevé 150 millones en pobreza extrema para 2021

Lo anterior, en el contexto de una crisis que, según el BM, ha empujado a más economías a una recesión simultánea que en cualquier otro momento, desde 1870 ha puesto fin a una racha de dos décadas de progreso en la reducción de la pobreza, y ha orillado a 150 millones de personas a la pobreza extrema para 2021.

Para los países más pobres, la crisis llegó en un momento de especial peligro, advirtió. En 2019, casi la mitad de todas las naciones de bajos ingresos ya estaban en problemas de deuda o corrían un alto riesgo de padecerla. En el mismo sentido se pronunció a inicios de octubre el Fondo Monetario Internacional.

En un artículo presidido por su directora gerente, Kristalina Georgieva, advirtió que a niveles de deuda ya históricamente altos, se prevé que el endeudemiento promedio en 2021 aumente 20 por ciento del PIB en las economías avanzadas; 10 por ciento en mercados emergentes y 7 por ciento en los países de bajo ingreso.

Aún no hay una crisis de deuda gracias a las decisivas medidas de política económica de los bancos centrales, las autoridades fiscales, los acreedores bilaterales oficiales y las instituciones financieras internacionales en los primeros días de la pandemia. Estas medidas, si bien son fundamentales, son cada vez más insuficientes, acotó.