Una semana después de que se anunció su cierre, el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 2 Occidente, mejor conocido como Puente Grande, en Jalisco, fue vaciado completamente de los reos que ocuparon sus celdas durante los 27 años que funcionó.

Fuentes federales confirmaron que los últimos 350 internos de esta cárcel federal fueron trasladados ya a otros Cefereso que tenían espacios disponibles.

La evacuación de los reos de Puente Grande comenzó desde julio de este año, y se aceleró luego de que, el 28 de septiembre pasado, se publicó el acuerdo mediante el cual se anunció el cierre definitivo del penal.

La Dirección General de Administración de Prevención y Readaptación Social será la encargada de decidir el destino final de los bienes muebles de Puente Grande, y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (Sspc) determinará el uso que tendrá ahora el edificio y el predio que ocupa.

Durante la actual administración se han cerrado dos Cefereso, el de Islas Marías, Nayarit; y Puente Grande, Jalisco, esto como parte de su política para redistribuir a la población privada de su libertad.

El reporte del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social, correspondiente a agosto pasado, señala que en todo el país existen 28 mil 461 reos federales, cuando el sistema en conjunto tiene espacio para más de 33 mil.

La Sspc ha explicado que el criterio para estos traslados es mover a los reos lejos de los sitios de influencia de los grupos delictivos a los que pertenecían, asegura que lo hace respetando en todo momento sus derechos humanos.

Asociaciones defensoras de las garantías de los reos han señalado, sin embargo, que esto se contrapone con la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia dela Nación (SCJN), emitida en 2012, que garantiza el derecho humano del sentenciado a purgar la pena de prisión en el centro penitenciario más cercano a su domicilio.