Lunes 17 de agosto de 2020, p. a11
Nueva York. Los conciertos transmitidos por Internet en vivo se han vuelto normales en la era del coronavirus, y los músicos se disputan un lugar en el abarrotado escenario virtual, incluso sin percibir ganancias.
Pero este fin de semana, el diyéi haitiano Michael Brun encontró una manera de ganar dinero con sus shows virtuales.
Probó un modelo raramente usado en la música, conocido como geofencing, que limita la cantidad de visitantes virtuales a un concierto a un área geográfica específica.
Su estrategia tuvo el fin de atraer a un auditorio a cambio de una tarifa en determinadas ciudades.
Brun, que vive en Nueva York, ha tocado en grandes festivales y ha logrado millones de transmisiones de sus remixes. Como muchos artistas, ha ofrecido varios shows virtuales gratuitos desde su departamento desde que comenzó la pandemia.
Ahora, sus primeros tres conciertos son restringidos a personas que paguen cinco dólares en un radio de 160 kilómetros de Los Ángeles, Miami y Chicago.
Michael Brun, de 28 años, hará su show desde la sala Le Poisson Rouge en Manhattan, con una producción de mayor calidad que las transmisiones muchas veces minimalistas que se han tornado la norma.
Espera que sus shows específicos para ciertas localidades puedan mejorar la experiencia de los fans.