Viernes 14 de agosto de 2020, p. 3
Las librerías en México han resultado muy afectadas por la pandemia de Covid-19 a pesar de la reciente reapertura. Enfrentan disminución en la compra de libros, incluidos los de texto, la competencia con las plataformas extranjeras y las editoriales en comercio electrónico; así como la reducción de planes editoriales, dice Georgina Abud, presidenta de la Asociación de Libreros de México (Almac).
En charla con La Jornada informa que 20 por ciento cerraron definitivamente sus puertas
, entre ellas, librerías independientes y sucursales de grandes librerías; además, 30 por ciento están evaluando si van a reabrir”.
Abud refiere que en la primera semana de agosto, 50 por ciento de las librerías ya habían vuelto a sus actividades. Sin embargo, sus ventas o visitas están muy por debajo de las esperadas. Veinticinco por ciento, aproximadamente, seguían sólo con venta telefónica o en línea
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Georgina Abud hizo hincapié en que ante esta situación ha habido acercamientos y muy buenas intenciones del gobierno; sin embargo, vamos a necesitar mucho más. Requerimos una forma en la que se pueda reactivar la economía, como compras adelantadas para bibliotecas o que aprueben tasa cero al régimen fiscal de las librerías. Algo mucho más sólido y real
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Relata que desde antes de la pandemia las librerías enfrentaban una situación compleja, pues el régimen fiscal es adverso y nos pone en desventaja ante cualquier comercio. Nosotros pagamos más impuestos que una ferretería o una vinatería. Es absurdo
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La situación se agravó con los meses cerrados, sin tener ingresos y mantener los mismos gastos, desde renta del local hasta nómina, que, en caso de las grandes cadenas, es el gasto más fuerte y se tuvo que mantener a 100 por ciento sin tener ingresos más que las pocas ventas de comercio electrónico que tuvieron algunas librerías
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De vuelta, pero con pobres resultados
Ahora que se permitió su reapertura hay una serie de factores que no permite que el regreso sea con los resultados esperados. Por un lado, la situación económica del país está terrible. Las personas no tienen dinero. Por otro lado, siguen asustadas y cautelosas, por tanto, no hay la afluencia que había en otros años en la misma temporada
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El escenario ha llevado a que cada entidad vea cómo salir adelante, sostiene Abud. “Las librerías son el último eslabón de la cadena del libro. Si lo protegemos, queda protegida toda la cadena. Si nos lo saltamos, la afectará toda, empezando por el lector.
Un México sin librerías sería más complicado. Leer ayuda al pensamiento crítico, a tener ciudadanos que puedan tomar decisiones no nada más por el estómago o las emociones, sino realmente pensadas. Las librerías aportan muchísimo a la sociedad y, si ya estaban en una situación de agonía, con esto muchas no van a ver la luz.
La industria editorial encara un escenario “tremendamente complicado. Cuando hay problemas económicos severos, si tu estás en una situación extrema, ¿cómo generas empatía ante otra, si la tuya apenas te deja respirar?
No veo una salida fácil ni difícil. Hemos platicado y buscado estrategias, pero al final no hay un proyecto o una estrategia que nos asegure o nos dé esperanzas de que esto mejorará, porque además se viene la compleja situación económica en todo el país. El gobierno se va a ver en una situación muy complicada, porque todo mundo pide apoyo, los bailarines, los músicos, los museos. Todo mundo queremos que nos apoyen, porque no hay otra opción para salir vivos de la pandemia.