El clavadista Iván García reconoce tener la madurez deportiva para lograr sus proyectos del próximo año: clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio y ganar dos medallas (en individual y sincronizados) en la plataforma.

Me siento bien, tengo 27 años, espero no sufrir más lesiones y llegar lo mejor preparado, dijo el medallista olímpico de Londres 2012, al admitir que vive una etapa de motivación con su hija Ivana y Paola Espinosa para compartir como familia la experiencia en la justa japonesa.

El tiempo ha cambiado, hoy en día los clavados hicieron una revolución total y nosotros no nos quedamos atrás. Demostramos cómo ganar a los chinos y fuimos los primeros al innovar ejecuciones de alto grado de dificultad, indicó el Pollo al evocar el camino con Germán Sánchez para ganar la presea de plata hace ocho años en Londres y el subcampeonato mundial de Kazán 2015.

Fue un proceso bonito y complicado. Éramos unos niños chiquitos y flaquitos, y soñábamos en grande. Nunca pensé que todo fuera tan rápido, pero mi entrenador Iván Bautista, una persona que siempre se encarga de motivarnos, sembró la semillita para hacer realidad nuestros sueños, contó García en el cierre del primer Congreso de la Academia Olímpica Mexicana Online 2020.

Bautista, por su parte, puso a Iván como ejemplo del sistema que aplica la escuela que inició hace años en Guadalajara. Desde la iniciación deportiva, su paso por las Olimpiadas Nacionales como juvenil y alternando la categoría mayor, así como los títulos en Juegos Olímpicos de la Juventud Singapur 2010, los Panamericanos de Guadalajara 2011 y Juegos Centroamericanos, siempre con medallas.

Luego de lesiones y cirugías de su alumno, Bautista quiere seguir haciendo historia con García y el equipo que encabeza.