El sábado se cortó el listón para acceder de manera gratuita al micrositio de la exposición
Lunes 3 de agosto de 2020, p. 6
La magna muestra de Amedeo Modigliani en el Museo del Palacio de Bellas, la primera dedicada en México al pintor y escultor italiano, comenzó su exhibición este sábado primero de agosto.
El corte de listón fue simbólico y virtual: consistió en permitir el acceso libre y gratuito al micrositio en Internet creado ex profeso por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
La vía digital será la única manera de visitarla, en tanto sea posible reanudar las actividades presenciales en los espacios culturales.
El París de Modigliani y sus contemporáneos –como ya se informó en estas páginas el viernes pasado– se efectúa en el contexto del centenario luctuoso del artista (1884-1920) y presenta una amplia selección de su obra pictórica, en compañía de destacados integrantes de la Escuela de París, como Chaim Soutine, Moise Kisling, Suzanne Valadon y Maurice Utrillo.
Son 167 piezas, algunas de las cuales provienen de la Colección Jonas Netter, su principal mecenas, quien también enriqueció su acervo con obras de muchos otros representantes de esa escuela europea.
El recorrido virtual está dividido en nueve apartados y comienza con las ocho secciones temáticas que conforman la muestra: Introducción, Después de Cézanne, De la pintura al aire libre al paisaje urbano, Amedeo Modigliani, Algunos compañeros de viaje mexicanos, El desnudo y la máscara, Chaim Soutine y La Escuela de París.
Este primer segmento, acompañado por algunas de las pinturas de la exhibición, videos con imágenes de época y videoconferencias grabadas, da cuenta de Modigliani como uno de los artistas más importantes del siglo XX y la manera que, tanto en la escultura como en la pintura, se consagró casi exclusivamente a la figura humana, con su particular estilo.
También se ofrece una breve semblanza de Jonas Netter, uno de los coleccionistas más notables del siglo XX, sin cuyo mecenazgo, Modigliani, Soutine o Utrillo, entre muchos otros artistas, no habrían podido desarrollar su trascendente obra pictórica.
De igual manera, se aborda la relación de artistas mexicanos con la atmósfera cultural y artística del París de esos años. Entre los pintores nacionales que se avecindaron en Montparnasse durante las primeras décadas del siglo XX, se sabe que Diego Rivera y Ángel Zárraga fueron amigos de Modigliani.
Otros como Santos Balmori, tuvieron algún trato con él. En tanto, Carlos Mérida anotó en sus memorias que el pintor mexicano Benjamín Coria lo presentó con el artista italiano. En la exposición se hace un primer rescate, precisamente, de Benjamín Coria.
Luego de acceder a un adelanto del libro y el cuadernillo de la muestra, con textos de Marc Restellini, su curador, y Jaime Moreno Villareal, asesor del concepto curatorial en México, el siguiente punto del recorrido llega a una línea del tiempo, descargable en formato PDF, la cual permite viajar a través de los acontecimientos históricos y artísticos más relevantes entre 1904 y 1920.
Una serie de biografías de los pintores que integran la exposición y aquellos personajes claves en el contexto artístico de aquel tiempo es la próxima parada, a la cual le sucede un video con fotografías que dan cuenta del lugar de trabajo en París de Modigliani, Diego Rivera y Maurice Vlaminck, entre otros artistas.
Otro apartado es el denominado Microhistorias, en el cual se habla de la relación del artista italiano con otros creadores y personajes que formaron parte de su contexto, entre ellos los mencionados pintores mexicanos.
Tras un breve cortometraje con material de época que permite conocer cómo era la vida bohemia en los cafés parisinos que frecuentaban los artistas, el recorrido concluye con el acceso a una lista de reproducción en Spotify con música y canciones de aquellos años, entre otras, con obras de Claude Debussy, Maurice Ravel y Erik Satie, este último el más cercano a varios de los pintores presentes en la exposición. Además, hay un buzón para comentarios y sugerencias.