Viernes 17 de julio de 2020, p. 4
Los obispos mexicanos señalaron que 2020 dejará huella en la historia del mundo y de México por la pandemia de Covid-19, que ha traído dolor a innumerables hogares y ha afectado gravemente la economía de las familias
, pero también por otra peste mortal: la violencia y la inseguridad, que han alcanzado niveles nunca vistos, sea por su cantidad, frecuencia y crueldad
.
Indicaron que a causa de estos flagelos han muerto muchas personas y las estrategias gubernamentales para hacerles frente no han sido efectivas.
En conferencia digital, Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de Las Casas, dijo que los índices de violencia actuales son un signo de que no se ha podido atender ni se ha sabido resolver el problema del crimen organizado
, lo que afecta la vida de muchas personas. A veces porque es ajuste de cuentas y en otras son inocentes que les toca morir porque estaban en ese lugar sin pretenderlo
.
Sobre la estrategia de gobierno para hacer frente a la emergencia sanitaria, mencionó que es desacertada. Ya van más de 30 mil fallecidos en México y algunos médicos y personas de autoridad, que saben de esta situación y de la posible evolución de las consecuencias para la vida de las personas, dicen que la cifra puede rebasar 100 mil
.
Reprochó que no se realicen pruebas suficientes para dar con los casos positivos de manera creíble
. Por ello, señaló que es necesario organizarnos, cuidar nuestra vida y ayudar a cuidar la de los nuestros
. También lamentó que en el país aún haya quienes minimizan la pandemia o niegan que sea verdad.
En el mensaje a medios, los obispos también impulsaron su agenda en cuanto a promover el rechazo al aborto, la eutanasia y la ruptura
familiar, y su oposición a lo que consideran una visión pobre y distorsionada de la sexualidad
.
Jesús Herrera Quiñonez, obispo de Nuevo Casas Grandes y responsable de la Dimensión Episcopal de Vida, dijo que no se puede abortar ni cuando la mujer es violada
.