Seis entidades han tenido una ocupación de camas de hospital por arriba de 70 por ciento desde el inicio de la pandemia de Covid-19, lo cual para la Secretaría de Salud (Ssa) es el límite de seguridad, a partir del cual debe entrar la reconversión hospitalaria. Por ello, la medida se debe aplicar en cuatro estados (Tabasco, Nuevo León, Nayarit y Colima), tal como ya ocurrió en la Ciudad de México y el estado de México, con la finalidad de evitar el colapso de los servicios médicos.

La Ciudad de México y el estado de México reportaron un crecimiento constante durante mayo y alcanzaron un nivel máximo de 80 y 79 por ciento los primeros días de junio. Empezaron a bajar con la ampliación en el número de camas, sobre todo en la zona metropolitana, donde hasta ese momento se concentraba la mitad de los casos confirmados en el país. Actualmente representa una tercera parte.

En esta región el programa de reconversión estuvo a cargo de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad. Se incluyó a ocho nosocomios federales e institutos, así como la red de hospitales que dependen del Gobierno capitalino.

Luego de varias semanas en que la demanda de atención se mantuvo en niveles elevados, comenzó un proceso lento de descenso en la transmisión del virus.

Para el 16 de junio la disponibilidad de espacios en los hospitales de la capital del país era de 27 por ciento y el pasado domingo se encontraba en 48 por ciento, es decir, la ocupación estaba en 52 por ciento.

En el estado de México, la ocupación de camas se situó en 50 por ciento hace un par de días.

La primera curva de la epidemia se ubicó en esta zona; no obstante, en todo momento hubo disponibilidad de camas con ventilador para enfermos críticos, de acuerdo con los reportes oficiales diarios. Los niveles más altos se registraron durante mayo y junio, con un promedio de 60 por ciento. Para los primeros días de julio bajó a 56 y el día 12 de este mes se ubicó en 50 por ciento en la Ciudad de México.

El estado de México tuvo la mayor demanda de ventiladores en la primera semana de junio, cuando llegó a 67 por ciento de ocupación. Un mes después, el pasado domingo, ya estaba en 55.

Ahora lo que sigue es ver el comportamiento de la transmisión viral luego de dos semanas de que se inició el desconfinamiento en la Ciudad de México. Por lo pronto, la carga de la enfermedad descendió en el valle de México. Había tenido la mitad de los casos y ahora es una tercera parte del total. De casi 300 mil registrados el domingo, poco más de 100 mil se localizaron en esta región.

En tanto, la pandemia sigue su curso y ha ido en aumento en otras regiones, según los reportes de la ocupación hospitalaria.

Tabasco, que había mantenido 55 por ciento de sus camas generales con paciente, ha estado en los últimos días arriba de 80 por ciento. Otros con incrementos sustanciales son Nuevo León y Nayarit. El primero estaba en 20 por ciento a finales de mayo, subió a 59 a mediados de junio y a 77 por ciento el domingo pasado.

Nayarit pasó de 28 a 42 por ciento en la segunda quincena de mayo y llegó a 79 por ciento, aunque apenas un tercio de las camas con ventilador tenía enfermos críticos.

Colima es el sexto estado que en el reporte del domingo subió a 70 por ciento en las camas generales de hospitalización y 39 por ciento en las que tienen ventilador. A finales de mayo los porcentajes eran 30 y 12, respectivamente.