Los restos de Celedonio Chávez, originario del municipio de San Mateo Yucutindoo –localidad ubicada en la Sierra Sur de Oaxaca– y quien durante los últimos 16 años vivió en Nueva York, fueron repatriados ayer a la entidad luego de que falleció a causa de Covid-19, con lo que sumaron 17 contenedores de cenizas de migrantes oaxaqueños recuperados.

En este contexto, la noche del sábado arribaron a Morelos las cenizas de 16 personas oriundas de esa entidad que perdieron la vida por el nuevo coronavirus en Estados Unidos.

Toribia Chávez, hermana de Celedonio, recorrió 98 kilómetros desde su pueblo natal hasta la capital de Oaxaca, donde reclamó las cenizas de su consanguíneo, quien pereció a los 41 años en Estados Unidos.

La mujer explicó que su familia se enteró del deceso de Celedonio el pasado 3 de abril, y no sabía cómo recuperar sus cenizas, pero otro de sus hermanos realizó los trámites para enviarlas al estado.

Aída Ruiz, directora del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante, explicó que la repatriación de las cenizas ha sido un proceso complejo, debido a que se deben cumplir todos los procesos de sanidad estadunidenses y mexicanos, además de que la falta de vuelos y los protocolos complicaron todo.

Destacó que gracias a la gestión de la Secretaría de Relaciones Exteriores se lograron traer las cenizas de 17 migrantes oaxaqueños fallecidos en el área de Nueva York.

Agregó que 138 migrantes provenientes de Oaxaca han perecido, pero muchos formaron familias en sus lugares de residencia, por lo que sus cuerpos se quedarán allá.

Aseguró que la cancillería trabaja para trasladar restos de oaxaqueños avecindados en California, y que el gobierno del estado ha dado acompañamiento total a las familias de migrantes muertos por el nuevo coronavirus.

Mientras, Osiris Pasos, titular de la Secretaría de Desarrollo Social de Morelos, dio a conocer que el sábado llegaron a ese estado las cenizas de 16 migrantes que perdieron la batalla ante el Covid-19 en Estados Unidos.

Esos morelenses, según el funcionario, son parte de los 245 connacionales que perecieron en el país vecino por coronavirus y cuyos restos llegaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Eran oriundos de Guerrero, estado de México, Puebla e Hidalgo, entre otros, así como de la capital del país.