Previo a la pandemia de Covid-19, la Basílica de Guadalupe podía recibir hasta 10 mil personas en cada misa de los domingos, pero ahora sólo se permitirán 500 fieles, es decir, 5 por ciento. La Arquidiócesis de México afina los últimos detalles de su plan para la reapertura de las iglesias, que se tiene previsto para el 20 de julio. Advierte que será obligatorio usar cubrebocas para todos los que acudan a alguna de sus 307 parroquias, 194 capillas y 125 rectorías, donde el cupo no superará 30 por ciento.

Por otra parte, el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, Arturo Farela, informó que desde hace una semana retomaron de manera parcial las celebraciones religiosas, tomando en cuenta las medidas recomendadas por la Secretaría de Salud. Señaló que en la capital del país se tienen registrados alrededor de 20 mil templos.

Sobre la Basílica de Guadalupe, Juan Franco Navarro, coordinador de Protección Civil, aclaró que no se permitirá el acceso a las personas que no usen cubrebocas. Detalló que a los fieles que quieran asistir a misa o ver a la Virgen por las bandas eléctricas, se les medirá la temperatura, pasarán por tapetes sanitizantes y se les dará gel antibacterial. Añadió que una vez que termine la celebración eucarística deberán desalojar el templo para sanitizar el área.

Misas por Internet

Lo mismo sucederá en el resto de las iglesias que integran la Arquidiócesis de México. Al respecto, el obispo auxiliar, Luis Manuel Pérez Raygoza, mencionó que para no rebasar el aforo permitido, se multiplicarán el número de misas entre semana, además continuarán con las celebraciones por Internet.

Añadió que dentro de los templos los fieles participarán como tradicionalmente lo hacen, respondiendo a las oraciones o los cantos, pues la sana distancia lo permite, pero se ha pedido a los párrocos que las misas sean breves. También se aconsejará no tocar las esculturas e imágenes religiosas.

Óscar Moha, especialista en asuntos religiosos y presidente de la asociación civil Libertad y Dignidad, señaló que mientras las iglesias cristianas evangélicas grandes han determinado retrasar su reapertura hasta que se registren menos contagios, hay otras de no más de 200 personas, algunas pentecostales o bautistas, que abren sus templos sin respetar medidas sanitarias.