Domingo 12 de julio de 2020, p. 30
La Ciotat Francia., En el Mediterráneo se ven delfines nadando cerca de las costas y grupos de cachalotes en zonas inusuales. El confinamiento decretado contra el coronavirus ha beneficiado a los cetáceos, pero la temporada turística podría arruinarlo todo.
En cuanto han vuelto los navegantes, hemos visto circular videos que nos ponen los pelos de punta
, lamenta Marion Leclerc, de la asociación científica para la conservación de los cetáceos Souffleurs d'écume.
Uno de ellos muestra un encuentro
con un rorcual en el golfo de Saint-Tropez, la famosa ciudad turística francesa de la Costa Azul: el barco se acerca a unos metros y tres adolescentes se abalanzan sobre el cetáceo con simples máscaras y tubos de buceo. Es peligroso para la ballena y para las personas. ¡Estamos hablando de un animal que pesa 70 toneladas!
, advierte.
A la asociación le preocupa que vuelvan algunos operadores que acosan
a los animales con drones y después proponen a los turistas nadar con ellos. Además de los encuentros con turistas demasiado atrevidos, estos animales corren el riesgo de choques con barcos, en un mar que concentra 25 por ciento del tráfico mundial.