Sábado 11 de julio de 2020, p. 21
El gobierno federal inició el llenado de la presa Los Pilares, en la comunidad de Mesa Colorada, municipio de Álamos, Sonora, lo que constituye una sentencia de muerte para la tribu guarijía, cuyo desplazamiento productivo es inminente. Hace dos noches que la gente de Mesa Colorada y Mochibampo se dio cuenta de que las compuertas de la presa se cerraron y que había iniciado así la inundación del embalse
, precisó Jesús Armando Haro Encinas, académico El Colegio de Sonora.
El investigador precisó que esto ocurre “sin respetar un amparo indirecto contra la puesta en funcionamiento del embalse [gestionada] por violación al derecho colectivo de la etnia a ser consultada para buscar su consentimiento previo, libre e informado.
El gobierno de Sonora logró la anuencia y financiación para consumar la obra por el gobierno federal, perpetrando así un despojo territorial que amenaza el derecho a la vida de estas comunidades
, comentó.
La autoridad inició el llenado haciendo caso omiso de las quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la petición de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, considerando que los promotores y ejecutores del contrato de obra han violentado su derecho a la libre determinación con autonomía
, señaló.
Esta inundación arrebatará en breve el ecosistema ribereño a la tribu y con ello vulnerará gravemente su relación biocultural con su territorio ancestral y sus lugares sagrados, las aguas estancadas alcanzarán la red de caminos que por tantas generaciones han posibilitado el control sobre sus recursos, quedarán incomunicados, dejarán de tener el agua limpia del río, será imposible que siembren en temporal sus mahueches y milpas
.
Con esta acción “ha brotado el miedo y la desesperación de las familias, la gente está muy enojada e indignada por todas la corrupción e impunidad con que repartieron sobornos y pago a mercenarios para consumar el golpe.
Es imperativo que las autoridades federales intervengan para rectificar este etnocidio, es imprescindible que se instale una mesa de trabajo con las asambleas comunitarias sin imposición de representantes apócrifos, con la participación de observadores independientes no gubernamentales y representantes de otros pueblos indígenas vecinos para buscar una estrategia que garantice la vida, la dignidad y la integridad de la gente guarijía.