Una llamada de Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue lo que le advirtió a Patricia Armendáriz, fundadora y directora de Financiera Sustentable, que sería la única mujer elegida por el presidente Andrés Manuel López Obrador para formar parte de la comitiva de empresarios que lo acompañaría en su visita a Estados Unidos. En el marco de ese encuentro participó en una cena privada, de la que relata el espaldarazo de los inversionistas estadunidenses al gobierno mexicano, sobre todo, de los del sector energético.

Para la empresaria, lo más sorprendente de la reunión privada entre empresarios y funcionarios de ambas naciones fue el ambiente de camaradería en que se desarrolló, sin tensiones y externando la confianza para invertir tanto en México como en EU. Armendáriz reveló, esa misma noche, detalles de la cena en su cuenta de Twitter.

El ambiente era de total camaradería, por eso me atreví a tuitearlo, si todo hubiera sido tenso y formal, no habría comentado nada, pero me gustó cómo una cosa es la política y otra muy diferente el trabajo, que es lo que a los empresarios nos interesa, dijo en entrevista con La Jornada.

En la cena privada, encabezada por ambos presidentes, cada uno de los empresarios tomó la palabra. Armendáriz cuenta que fue Jeffrey Martin, presidente de Sempra Energy, quien más la impactó, pues aprovechó la reunión para anunciar una inversión de mil 900 millones de dólares en México, ratificando su confianza en México justo en un sector cuestionado.

Su anuncio fue con tal seriedad, diciendo: más allá de las diferencias en cuestiones regulatorias, Sempra hará esta inversión. Se vio el espaldarazo justo en un sector en que aquí nos estamos peleando. Se me puso la piel chinita al ver el compromiso de los empresarios, pero así son, no les importan las politiquerías, van e invierten. El dinero no es idiota, sabe adónde ir para generar utilidades, indicó Armendáriz.

La confianza del empresariado estadunidense es general, pues al platicar con Bob Swan, director general de Intel, le externó lo fácil que es trabajar en México en comparación con Asia. Para Armendáriz, no hay duda de que López Obrador se hizo acompañar de los empresarios que lo han apoyado y a los que considera sus amigos. Por lo que fue la manera de mandar un mensaje de que cuenta con ellos. Desde el inicio el Presidente se ha allegado de empresarios, formó un consejo y hubo una reunión en Palacio Nacional.

Es evidente que hay fisuras con ciertas cúpulas empresariales, pero diálogo ha habido, recordó. “Me consta que una cosa es lo que se dice adentro y otra la que salen a decir; la verdad no entiendo, es como decir: somos oposición y tenemos que decir que no hemos logrado nada. Siento que es una oposición de carácter político.

Cuando recibió la llamada de Robledo, Armendáriz estaba en su natal Comitán, Chiapas, por lo que tuvo que pedir prestada una limusina a un amigo para llegar al aeropuerto y trasladarse a la Ciudad de México una noche antes de partir a EU.

En Washington, antes de la cena, junto a la comitiva de empresarios se le realizó la prueba de detección de Covid-19 para seguridad de todos los invitados. Ya en la cena, la mesa la compartió con el presidente de Intel y con el embajador de EU en México, Christopher Landau, quien le ayudó a identificar a los oradores para su narrativa en Twitter.

“Cuando se cerró la puerta fue cuando la reunión de verdad comenzó. Trump dijo: ‘bienvenidos, todos somos empresarios’. Celebró que se evadieran las preguntas difíciles e inmediatamente se deshizo en elogios a nuestro Presidente, diciendo que es duro y habilidoso, pero que, sobre todo, quiere mucho a México”, narró.

Tras ello, Trump abrió la discusión e instó: Ahora sí, pregunten, porque llegó la hora de invertir. A lo cual siguieron los discursos de todos los empresarios. La cena se prolongó hasta las 10 de la noche y luego se realizó una reunión en petit comité, en que incluso el presidente López Obrador los acompañó un pequeño momento con un whisky, según contó la empresaria.