Sergio N, El Tortas o Comandante T, permanecerá en el Centro Federal de Readaptación Social número 1 del Altiplano, en Almoloya de Juárez, estado de México, luego de que agentes pertenecientes a la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) notificaron al líder del grupo delictivo Fuerza Antiunión de una orden de reaprehensión por su probable participación en delitos de privación ilegal de la libertad y cohecho.

El pasado 18 de junio, un juez federal condenó a El Tortas a ocho años de prisión al considerarlo responsable por delitos contra la salud y posesión de arma y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.

Los agentes se trasladaron a Almoloya para cumplimentar la orden de reaprehensión en contra de este sujeto por los hechos ocurridos el 8 de abril de 2015, en la alcaldía Cuauhtémoc.

De acuerdo con los antecedentes de la indagatoria que sigue la FGJ, El Tortas y otro individuo fueron detenidos por policías en una vivienda de la calle Aldama, colonia Guerrero, en donde tenían secuestrada a una persona.

Sin embargo, para evadir la acción de la justicia, el líder del grupo criminal antagónico a la Unión Tepito, presuntamente ofreció dinero a los uniformados y aunque fue puesto a disposición de la Fiscalía de Investigación del Delito de Secuestro, posteriormente quedó en libertad.

La FGJ recordó que la entonces Procuraduría de Justicia apeló la resolución, se revocó su libertad y se ordenó la reaprehensión, que ayer fue cumplimentada.

En mayo del año pasado la Fiscalía General de la República (FGR), en coordinación con las secretarías de Marina de México y de la Defensa Nacional, detuvo a El Tortas en 2019; el mismo día, fue aprehendido Pedro R., El Jamón, líder de la Unión Tepito, en Atizapán de Zaragoza,.

Este diario publicó en mayo de 2019 que Sergio también había recibido adiestramiento por parte del cártel Jalisco Nueva Generación y cuando era necesario les mandaba sicarios.

Además, tenía servidores públicos a su servicio que eliminaban indicios al momento de la puesta a disposición de alguno de sus colaboradores para evitar delitos graves y poder recuperar su libertad horas después.

Además de operar en las alcaldías Cuauhtémoc, Iztapalapa, Venustiano Carranza Álvaro Obregón, Tlalpan y Gustavo A. Madero, la Fuerza Antiunión buscaba ampliar su zona de influencia delictiva en los municipios de Toluca, Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli, en el estado de México.