Documental de Clement Guerra se estrenará el 1º de julio
Domingo 28 de junio de 2020, p. 4
Si tomar una pluma y escribir un libro hubiera sido más efectivo que hacer una película, eso es lo que habríamos hecho
, asegura Clement Guerra, director de El cóndor y el águila, documental sobre cuatro mujeres líderes indígenas en una aventura transcontinental, desde los bosques boreales canadienses hasta el corazón de la selva amazónica, que refleja la lucha indígena para proteger la tierra y el agua.
También es un filme sobre los pueblos indígenas de América del Norte y del Sur en su quehacer por preservar sus comunidades.
Más que un documental, lo que Guerra y su esposa Sophie querían hacer, asegura, era apoyar a diversas comunidades para que pudieran alzar sus voces. Antes de viajar, la pareja ya era consciente de cómo los países occidentales trataban al medio ambiente.
Durante varios años, Guerra fue gerente de marketing internacional en Londres, etapa que el propio director considera de preparación. Desde el principio supe que tenía que aprender el lenguaje de los opresores para poder confrontarlos mejor
, explicó el ambientalista francés, quien aprendió cómo hacer un plan de negocios, una estrategia de comunicación, todas esas mierdas que ahora son muy útiles porque sé cómo comunicarme con los ejecutivos de las compañías
.
La pareja eligió Norteamérica porque llamó su atención lo que ocurría con los oleoductos del proyecto Keystone XL, que van desde Alberta, Canadá, a Nebraska, Estados Unidos. Al escuchar a los pobladores se dieron cuenta de que había una historia más grande que contar, y no les pareció mala idea comprar una cámara de cine y hacer una película
.
Gente terrible en la derecha y en la izquierda
Filmaron El cóndor y el águila para “invitar a la gente a ponerse en los zapatos de aquellos que viven el impacto de la destrucción en sus vidas, tratando de alejar la parte política y buscando alcanzar el corazón de las personas.
Odio el discurso político y las ideologías. Hay gente terrible en la derecha y en la izquierda. Muy a menudo son sólo palabras vacías, así que en vez de tratar de motivar al cambio social con más palabras o conceptos, o enfrentar unos a otros, la idea de la película era mostrar cómo se construye un movimiento social desde abajo
, explicó el director.
A Guerra no le cuesta trabajo admitir el pasado racista de su familia. Su madre creció en Argelia, en la parte colonizadora, luchó por alejarse y superar la toxicidad que implica pertenecer a una familia de putos racistas
. De alguna manera, Guerra siempre ha estado en contacto con esa forma de pensar.
El documental está narrado a través de indígenas de diferentes partes de América. El director considera que la visión de los pueblos originarios ha guiado al movimiento ecologista en todo el mundo, por su sabiduría, porque brinda un complemento cultural a construir un movimiento social. Ellos son conscientes de que debe haber también un cambio cultural
, afirma.
Aunque el cineasta considera la ciencia importante y necesaria
, también se dice cansado de escuchar que la solución al cambio climático, a la destrucción, es más ciencia, más tecnología. No podemos dar una solución tecnológica a un problema tecnológico
.
Guerra está convencido de que la única manera en que se puede hacer una verdadera diferencia
es a través de la unión. Su película ya ha contribuido a enlazar a distintas comunidades indígenas y ecologistas del norte y sur de América. Sin embargo, la idea no es llegar a un lugar y establecer sus ideas; el ambientalista cree que se debe dejar a las comunidades tomar sus propias decisiones.
Plataforma de comunicación
Dentro de sus planes está construir una plataforma que sirva a las comunidades afectadas para reportar sus problemas, por ellos y para ellos, para que a partir del contacto, estos líderes puedan empezar a colaborar entre sí y construir una red que será poderosa en el futuro
.
Antes de terminar El cóndor y el águila Guerra y su esposa ya habían decidido hacer lo que estuviera en sus manos para ayudar a las causas de estas comunidades. Mientras estaban grabando, ayudaron a recaudar fondos para que los dirigentes de las comunidades que salen en el documental pudieran viajar y reunirse; ahora siguen haciéndolo.
Debido a la pandemia, los planes que tenían para este año se vieron afectados. Sin embargo, adaptarse a los medios digitales les ha permitido tener un alcance inesperado. Hace un par de semanas, Guerra y dirigentes indígenas presentaron el documental, lo que han aprovechado para generar discusión y vínculos entre distintas comunidades.
Todos necesitamos redescubrir lo que significa ser indígena y redescubrir nuestras raíces naturales
, expuso Guerra. Nunca vamos a proteger algo que no amamos. Si nos sentimos separados de la naturaleza y no entendemos que nosotros somos la naturaleza defendiéndose a sí misma, no hay esperanza
.
El próximo 1º de julio, a las 19 horas, se transmitirá en línea El cóndor y el águila; posteriormente habrá una conversación con las cuatro inspiradoras protagonistas del documental y el director Clement Guerra. Para acceder a la proyección se debe hacer una donación, que se utilizará para apoyar a los grupos en tareas por la justicia climática y ambiental, a través de la página http://www.elproyectoesperanza.com/ y https://www.facebook.com/events/2989085197866395/