Domingo 28 de junio de 2020, p. 21
Continuar con el cambio de reglas en el sector energético abre la posibilidad de quejas y controversias contra la nación en el contexto del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entrará en vigor en días, advirtieron especialistas.
Ramses Pech, experto en temas petroleros, comentó que dicho acuerdo comercial es claro y conciso, no será aceptable tener de nuevo monopolios en México
. Apuntó: Si el país no tiene dinero suficiente para cubrir la demanda interna, deberá dar las condiciones para que privados lo cubran, conforme a regulaciones, normativas y lineamientos dictaminados en la reforma energética, estados y municipios
.
El nuevo pacto reconoce la existencia de empresas estatales, dijo Gonzalo Monroy, de la consultora en energía GMEC. Sin embargo, México ya no tiene la reserva estratégica de su sector
.
La responsabilidad de proteger las inversiones que llegarán a cualquiera de los tres países es de cada nación, con base en una política pública de igualdad de largo plazo y no por una decisión de corto lapso, destacó Pech. La desventaja de México en comparación con sus socios, añadió, es el tiempo de existencia de su mercado energético.
El capítulo 14 del T-MEC prevé un mecanismo de solución de diferencias, el cual otorga al inversionista el derecho de acción para reclamar daños y perjuicios por la afectación de su capital.
El Estado mexicano, esto incluye a gobiernos locales y municipales, está obligado a otorgar un trato justo, así como plena protección y seguridad a las inversiones de los inversionistas extranjeros
, agregó.
Acciones u omisiones de las autoridades, como terminar concesiones, cancelar licencias sin justificaciones legales o realizar actos discriminatorios o contrarios al debido proceso que afecten expectativas legítimas del inversionista pueden generar responsabilidad internacional del Estado
, destacó.
Monroy, por su parte, comentó que el primer choque de realidad es que el T-MEC no busca la existencia de monopolios, sino la competencia entre actores económicos, lo cual contrasta con los cambios de reglas en materia energética llevados a cabo por la actual administración.
Interrogado respecto de si el gobierno debe dejar de cambiar las reglas, Monroy consideró que sí. Explicó que las autoridades mexicanas tienen todo el derecho soberano de fortalecer a sus empresas estatales, pero debe ser mediante inversiones y no cerrando el mercado, porque es una inconsistencia con el espíritu del tratado.