Mandos policiacos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México aseguraron que los sicarios enviados por el cártel Jalisco Nueva Generación fallaron al pensar que estaban en algún municipio del interior del país, en donde los ataques que realizan quedan impunes.

En entrevista, un alto mando de la SSC que coordinó a los efectivos que repelieron el ataque en contra de Omar García Harfuch, dijo que los sicarios actúan en grupo, como pirañas que al ver la capacidad de respuesta prefirieron dispersarse y huir.

Sin embargo, indicó que 19 sujetos, entre ellos dos mujeres, fueron detenidos además de que los efectivos de la SSC y agentes de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) siguen la pista a otros presuntos involucrados.

La delincuencia no ha entendido que la policía de la Ciudad de México no va a permitir este tipo de situaciones con el hecho de que traten de intimidar a la policía al atacar a su jefe, pero ya se dieron cuenta de que si hacen algo vamos a responder con mucha contundencia, no se va a permitir que en nuestra ciudad impere la ley del delincuente.

Para el mando, el ataque dejó costos fuertes para la capital por la pérdida de dos grandes policías, porque cada uno en esta ciudad vale mucho; hacemos nuestro trabajo por amor, compromiso y convicción. La policía sirve y protege a la ciudadanía a pesar de que tengamos que dejar la vida, como fue el caso de los compañeros, pero nos sentimos orgullosos.

Otros jefes coincidieron en que en la capital cualquier grupo del crimen organizado se enfrentará a la capacidad de respuesta de los policías, desde las células de bandas dedicadas a los robos a transeúnte, cuentahabientes o saqueos de tiendas de conveniencia y supermercados hasta los grupos de la delincuencia organizada.

Los 19 detenidos se encuentran en la Coordinación General de Investigación de Delitos de Alto Impacto de la FGJ, ubicada en Azcapotzalco, en tanto continúa la integración del expediente por homicidio y tentativa de éste, así como el desglose que se realiza para la Fiscalía General de la República al usar armas largas.