Pekín. Un brusco rebrote del Covid-19 ha frenado en seco el retorno a la actividad económica en Pekín. Tras descubrirse la semana pasada un foco de infección en el sureño mercado mayorista de Xinfadi, la municipalidad confinó varias zonas residenciales, llamó a las empresas a autorizar el trabajo desde casa y solicitó a los habitantes no abandonar la ciudad.

El reconfinamiento provocó el cierre de escuelas; los dos aeropuertos internacionales cancelaron más de mil vuelos, 65 por ciento del total diario, según la aplicación Variflight.

La municipalidad anunció ayer que se registraron 31 nuevos casos en 24 horas, cifra que se ha mantenido estable por cuarto día consecutivo.

Apenas recuperados de largas semanas de encierro tras la explosión de la epidemia a finales de diciembre, bares, restaurantes y comercios deben volver a cerrar e imponer restricciones a los clientes: toma de temperatura, limitación de personas por mesa y órdenes para llevar, entre otras medidas sanitarias.

La fuente del rebrote, que ha dejado ya más de 130 enfermos en la capital de 21 millones de habitantes, no era conocida luego de dos meses sin registrar casos. Medios estatales reportaron que la mayoría de los nuevos casos se dieron en el mercado de Xinfadi, donde supuestamente se hallaron restos del virus en tablas usadas para cortar salmón.

Aunque los expertos apuntan que es poco probable que el pescado pueda portar la enfermedad, el gobierno chino decidió paralizar la importación de salmón desde Europa, mientras supermercados y restaurantes pekineses lo retiraron de sus estantes.

Hasta ayer, a escala mundial se han reportado 446 mil 257 muertos por la pandemia, 8 millones 282 mil 519 contagiados y 4 millones 26 mil 150 pacientes recuperados, de acuerdo con un recuento de la Universidad Johns Hopkins.

En Europa, Italia, Grecia y Alemania registraron ligeros repuntes en las cifras de decesos por coronavirus por 24 horas, que no rebasan 50, mientras Suecia ya superó 5 mil muertos y Gran Bretaña está a punto de alcanzar 300 mil infectados.

El director de la Organización Mundial de la Salud, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, sostuvo en conferencia de prensa virtual que en el mundo están comenzando a aparecer brotes de esperanza en la lucha contra la pandemia de Covid-19, pero los países deben continuar con los trabajos en medidas de prevención con la finalidad de limitar la propagación.

Además festejó la noticia sobre el uso de la dexametasona para combatir al virus, aunque afirmó que aún no es momento de modificar los tratamientos de los pacientes infectados.

Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS, destacó que los resultados de la Universidad de Oxford sobre la dexametasona son preliminares, por lo que se reunirá al grupo de especialistas con el propósito de adoptar una decisión sobre nuestro consejo clínico a los países.

Apuntó que no es momento de apresurarse a modificar la práctica clínica y que es crucial determinar las dosis, el método para evaluar a los enfermos y si existen cantidades suficientes del fármaco.

El gobierno de Rusia informó que ya inició las pruebas clínicas de una vacuna contra el coronavirus, con la esperanza de incrementar la lucha global contra la pandemia.

A su vez, la Unión Europea presentó una estrategia para acelerar el desarrollo, la fabricación y la utilización de inmunizantes contra el coronavirus

En este contexto, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura estimó que 40 por ciento de los países de ingresos bajos y medios-bajos no apoyaron a los alumnos desfavorecidos durante el cierre temporal de las escuelas.