Guía de calidad para educación a distancia
Brasil tiene mayor participación en esta modalidad, con 21.2%; México, Colombia y España ganan terreno
Sábado 13 de junio de 2020, p. 17
Ante la disparidad en la calidad de la educación a distancia, que podría profundizarse en la región tras la pandemia del Covid-19, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) elaboró la primera guía de calidad para esta modalidad en la enseñanza-aprendizaje.
Difundida en México por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), el documento detalla una batería de estándares de evaluación que se han definido teniendo en cuenta las especiales características de esta modalidad de enseñanza, entre las cuales se destacan las necesarias competencias digitales del alumno y su obligado acceso a Internet, y la capacidad de infraestructura de las universidades para contar con un “software robusto”, así como una capacitación permanente del profesor o tutor.
Advierte que la tutorización y seguimiento de los estudiantes es una cuestión clave
para evitar las altas tasas de deserción que suelen tener estos programas formativos. Por ello, dice, debe definirse la periodicidad de comunicación del profesor/tutor con el alumnado y, en particular, en qué casos se activan las alarmas de contacto, cuando los educandos dejen de completar tareas.
La evaluación es también un elemento esencial, pues se deben diseñar los mecanismos y modelos adecuados que garanticen la identidad del alumnado y eviten el fraude mediante ayudas externas.
Aunque la guía está dirigida a los organismos de acreditación de la calidad de los sistemas universitarios, también aporta valiosa información a las universidades sobre los estándares de calidad a aplicar en la enseñanza a distancia, más aún con la migración masiva a la educación en línea, obligada por la pandemia.
El documento de 27 cuartillas señala que ya antes de esta emergencia sanitaria, la educación a distancia estaba en plena expansión en Iberoamérica. La matrícula de esta modalidad creció 73 por ciento desde 2010, mientras la presencial lo hizo apenas 27 por ciento.
Hace 10 años, casi 2 millones y medio de los 21 millones de estudiantes universitarios de primer título en Iberoamérica estudiaron a distancia, representando 11.7 por ciento del total. En 2017 el porcentaje subió a 15.3 y abarcó a 4.3 millones de alumnos.
Sin embargo, estos datos muestran que antes del Covid-19 la penetración de esta modalidad era todavía incipiente y sumamente dispar entre los países de la región, ya sea por las desigualdades económicas y sociales que repercuten en el acceso y permanencia, o por la brecha digital
, es decir, el acceso desigual a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
En la región, Brasil es el país con mayor participación en esta modalidad, con 21.2 por ciento. Esta forma de enseñanza también ha ganado terreno en Colombia, España y México, donde en 2017 abarcó entre 14 y 18 por ciento de los estudiantes. Y es previsible que estas cifras aumenten tras la pandemia.