Las medidas tomadas ante la emergencia sanitaria por Covid-19, entre las cuales destaca el confinamiento social, han generado en la población mexicana efectos negativos, reflejados en sus niveles de estrés y salud mental, revelan estudios de organizaciones sociales e instituciones de educación superior.

El equipo Covidistress Global Survey México, una iniciativa que recaba experiencias, conductas y actitudes personales alrededor del orbe durante la pandemia del virus SARS-CoV-2, encontró que los mexicanos se encuentran por arriba de la media y cercanos a los niveles altos de estrés, según los pa-rámetros mundiales.

Al dar a conocer los resultados preliminares de la primera encuesta aplicada a 6 mil 424 mexicanos, del 30 de marzo al 27 de abril de 2020, Carlos Contreras-Ibañez, investigador de la UAM y coautor del estudio, indicó que las mujeres experimentan más tensión física o emocional que los hombres.

Ellas, explicó, enfrentan una doble jornada y la presión de llevarlas a cabo en condiciones muy complicadas, lo que no significa que los varones no se estresen, sino que la carga es distinta, con un punto previo de malestar y afectación por razón de género.

Asimismo, señaló, existe una correlación negativa entre estrés y edad. Los jóvenes de alrededor de 20 años, que son la mayoría, reportaron un grado superior, que va descendiendo con la edad; los de 65 años tienen un puntaje sensiblemente más bajo y esto puede obedecer a que la gente mayor está menos interesada en lo que circula en las redes sociales o en las noticias del día a día y tienen más apoyo social, entre otras razones de tipo sociocognitivo, aunque esto cambió una vez que se supo de las secuelas económicas y laborales del encierro.

En otro estudio, derivado del análisis de la línea de ayuda de atención sicológica gratuita que ofrece la Universidad del Valle de México (UVM) en seis estados, se observó que los menores de 30 años expresaron estrés y ansiedad, mientras quienes tienen más de 31 reportaron depresión por el confinamiento y la falta de contacto con personas fuera del hogar.

Raymundo Calderón, director Nacional de Sicología de la UVM, explicó que, de acuerdo con las personas atendidas, los principales factores que les producen tristeza son la falta de contacto físico, el no salir a la calle, la falta de recreación, el sentirse encerrados de manera permanente, no tener la certeza de que la situación pueda cambiar pronto y la incertidumbre sobre el regreso a las actividades regulares.