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Controvertida iniciativa de Morena

Plan de eliminar 44 fideicomisos frena desarrollo de varios sectores

Por ejemplo, se pretende cancelar el apoyo a deportistas que dan resultados

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de mayo de 2020, p. 10

La controvertida iniciativa presentada por los diputados de Morena propone extinguir 44 fideicomisos, de los que dependen apoyos económicos para el agro, ciencia y tecnología, el deporte, la industria cinematográfica nacional y para paliar los efectos de desastres naturales. Suman recursos por 91 mil millones de pesos, que se pretende destinar en adelante a programas sociales y atender la emergencia provocada por el Covid-19.

En el caso del respaldo a periodistas y defensores de derechos humanos agredidos o en riesgo, se elimina el fideicomiso en cuestión, pero se mantienen los recursos para ese fin, que irán a un fondo especial manejado por la Secretaría de Gobernación.

Se modifica el artículo 51 de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, a fin de precisar que el fondo se integrará por los recursos anuales que señale el Presupuesto de Egresos de la Federación.

La redacción propuesta para ese artículo señala que los recursos anuales para ese fin serán los que señale el presupuesto, así como otros fondos públicos.

La reforma morenista modifica 14 ordenamientos legales, entre ellos la Ley de Ciencia y Tecnología, para desaparecer los Fondos de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, constituidos y administrados en la actualidad con la figura de fideicomisos por los Centros Públicos de Investigación.

Actualmente el dinero para garantizar su operación está integrado con los recursos generados por los propios centros.

Esos fondos que se pretende suprimir se destinan a financiar proyectos de investigación, pero también a mantenimiento de instalaciones, equipo y suministro de materiales, otorgamiento de becas y formación de recursos humanos especializados, así como la generación de propiedad intelectual y de inversión asociada para su posible explotación comercial, entre otras atribuciones.

Se plantea también modificar la ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley de Protección Civil, para suprimir el Fondo Nacional de Desastres y el Fondo para Atender a la Población Rural afectada por Contingencias Climatológicas.

De la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, se elimina el fondo creado para su soporte operativo y el cumplimiento de sus funciones.

Los cambios propuestos a la Ley General de Cultura Física y Deporte cancelan toda posibilidad de que la Comisión Nacional del Deporte (Conade) constituya fondos o fideicomisos, ya sean públicos o privados, para contribuir al desarrollo deportivo del país.

Incluso desaparece un fideicomiso destinado a apoyar a los deportistas que en representación oficial obtengan o hayan obtenido una o más medallas en Juegos Olímpicos o Paralímpicos.

Igualmente se cancela el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine, el último apoyo a esa industria, ya que el otro fideicomiso que operaba en su favor fue suprimido por el decreto presidencial del pasado 2 de abril.

La iniciativa de Morena cancela también fideicomisos para cooperación internacional.

Entre los propuestos a desaparecer están los fideicomisos incluidos en la Ley de Hidrocarburos y la Ley de la Industria Eléctrica, que fueron creados luego de la reforma energética.

En la primera hay un fideicomiso público para promover el desarrollo de proveedores y contratistas nacionales de la industria energética, y en la segunda para las empresas privadas que participan en la generación eléctrica.

Otro que seguramente nadie lamentará que se extinga es el fideicomiso para financiar con recursos millonarios el mantenimiento de señales y sistemas de alerta en los cruces ferroviarios.

El argumento central de los diputados de Morena para liquidar los 44 fideicomisos es que la mayoría operan con la más absoluta discrecionalidad. En algunos no existe información suficiente ni responsables bien definidos ni contabilidad convencional de ningún tipo. No se rinden cuentas sobre los fondos, no se conocen los montos recaudados, ni los beneficiarios directos de los subsidios ni las obras que se ejecutan.