Debido a que el país atraviesa por la fase crítica de la epidemia es adecuado que todos los casos agudos de enfermedades respiratorias se consideren como de Covid-19, independientemente de si al paciente se le han realizado o no las pruebas para detectar el virus, señalaron especialistas.

En este momento, las pruebas de detección tienen más valor para seguir la evolución de la epidemia que para diagnosticar casos particulares, pues la circulación de esta enfermedad es tan amplia que si un paciente presenta el cuadro clínico de este padecimiento, lo más probable es que lo tenga, indicó Samuel Ponce de León, titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En una charla virtual transmitida por la UNAM, Ponce de León, Alejandro Macías Hernández, ex comisionado especial para la atención de la influenza, y Rogelio Pérez Padilla, ex director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, coincidieron en que el paso a la nueva normalidad será un reto para el país.

Añadieron que en cada estado deberán tomarse decisiones diferenciadas para retomar las actividades sin poner en riesgo a la población, y “ahí se verá si como roncan duermen los gobernadores”.

Sobre las pruebas, Macías Hernández y Pérez Padilla consideraron que se deben seguir aplicando tan ampliamente como sea posible, pero que este tipo de procedimientos tienen distinta utilidad según el momento de la epidemia.

Afirmaron que ante la escasez de pruebas de detección es pertinente priorizar su aplicación en los pacientes que se encuentran hospitalizados y en el personal de salud.

Advirtieron que en unos meses, cuando sea la temporada de frío, se requerirá un mayor número de pruebas y será muy valioso aplicarlas en todos los casos, pues los médicos deberán diferenciar con precisión si un paciente tiene Covid-19 o influenza, pues para la primera aún no hay tratamiento, pero para la segunda sí.

Los especialistas consideraron que ante el eventual tránsito a la normalidad, cada ciudad y estado requieren de diagnósticos regionales sobre la evolución de la epidemia, pues las condiciones son muy distintas a lo largo del país: mientras lugares como la Ciudad de México tienen una gran circulación del virus, otros están apenas por entrar a lo más difícil.