El reto que implica la educación no presencial, obligada por la pandemia de Covid-19, no sólo radica en que estudiantes y docentes posean las herramientas tecnológicas suficientes y necesarias, sino también que los profesores sean capacitados en diferentes lenguajes y formatos para tener éxito en el proceso de enseñanza-aprendizaje en esa modalidad, señalaron especialistas en educación a distancia.

“Hoy existe una nueva ecología del aprendizaje, porque los escenarios para aprender y enseñar sobrepasan el aula física”, dijo Frida Díaz Barriga Arceo, coordinadora del Grupo de Investigación en Docencia, Diseño Educativo y TIC, de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien agregó que todavía hay mucho por avanzar en la capacitación de docentes, incluidos los de educación superior, circunstancia que complica el proceso en este momento de emergencia sanitaria. No obstante, indicó, el potencial en este aspecto es enorme.

Para Tahtiali García Pérez, de Programas Especiales de la Dirección de Cooperación Académica de la Universidad Iberoamericana (Ibero), la migración obligatoria de las actividades académicas hacia un modelo virtual estaba anunciada hace tiempo, pero a muchos sistemas educativos lo agarró insuficientemente preparados.

Agregó la especialista: la pandemia ha puesto a prueba también al sistema educativo nacional, y en la manera en la que se enfrente la crisis podría definirse el futuro de muchas instituciones de educación superior a corto y mediano plazos.

Ventajas para quienes hayan invertido

Explicó que se trata no sólo de responder ante la emergencia, sino de poner en práctica las competencias adquiridas a lo largo del tiempo. Tienen la ventaja quienes han invertido tiempo y recursos en la capacitación de sus profesores en modelos educativos virtuales, quienes cuenten con acceso a bases de datos que les permitan obtener información actualizada en investigación científica y quienes hayan invertido y asegurado el acceso de su comunidad a los recursos tecnológicos.

En la realidad, la emergencia sanitaria y las acciones tomadas en el sector educativo para mitigar el contagio han puesto en evidencia algunas carencias del sistema de enseñanza nacional –centrado en un modelo tradicional de enseñanza presencial– e incluso en las universidades, aunque en muchas de ellas, principalmente privadas, se tiene un importante camino recorrido en programas de educación a distancia que les ha permitido sortear de mejor manera la situación actual.

De acuerdo con el Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, (Iesalc), en su reciente informe, titulado Covid-19 y educación superior. De los efectos inmediatos al día después, la pandemia añade un grado más de complejidad a la educación superior en la región, derivado de enfrentar retos no resueltos, como el crecimiento sin calidad, inequidades en el acceso y en los logros, y la pérdida progresiva de financiamiento público.