Miércoles 29 de abril de 2020, p. 16
El acceso deficiente en cantidad y calidad de agua es fuente de enfermedad para millones de familias pobres que tienen problemas para prevenir el contagio de Covid-19, por lo que es necesario que haya planes de mediano y largo plazos para atender esos problemas, sin una crisis de por medio, indicó Fernando González Villarreal, director del Centro Regional de Seguridad Hídrica (Cershi).
En la presentación del documento Reflexiones derivadas del coronavirus, realizado por Cershi con apoyo de la Unesco, se señaló que tras la pandemia se deben consolidar los organismos internacionales, y no caer en retrocesos.
González Villarreal, investigador de la UNAM y primer director Conagua, destacó que la gente paga más por agua embotellada y pipas que lo que por el servicio de agua potable, esto debe cambiar
. Detalló que hace 30 años, el país enfrentó la pandemia del cólera, pero no ocurrió en hospitales, hubo prevención y se buscó dar agua a la población para el lavado de manos, bajó en 50 por ciento la mortalidad infantil.
Por su parte, la directora de la Conagua, Blanca Jiménez, hizo un llamado a hacer uso eficiente del líquido en el contexto actual de la pandemia. Enumeró las acciones que se realizan para hacer frente a este problema: elevar el abasto de agua potable, distribución con pipas a hospitales, así como verificar que no haya alza de precio de pipas.
El representante en México de la Unesco, Frédéric Vacheron, se refirió a que en el tema hídrico los avances tecnológicos no son suficientes, sino que se requiere una visión conjunta que incluya comportamientos culturales. El agua es un tema prioritario y no se deberán debilitar los mecanismos globales.