Apremian a identificar a personas más proclives para ofrecerles ayuda
Miércoles 29 de abril de 2020, p. 12
Aunque por el momento no hay evidencias concluyentes de que la pandemia de Covid-19 pueda aumentar los índices de suicidio, sí hay elementos que dejan ver un impacto diferenciado de la cuarentena en sectores sociales que ya estaban precarizados, cuya salud mental no está siendo atendida de forma adecuada, advirtieron especialistas en el tema.
En un foro virtual señalaron que para muchas poblaciones que ya sufren racismo, violencia y discriminación, atender sus enfermedades emocionales está siendo una labor absolutamente relegada, debido en gran parte al estigma que aún tienen esas afecciones.
Durante el debate organizado por el colectivo National Press Foundation, Holly Wilcox, académica de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins, recordó que en años recientes el número de suicidios en Estados Unidos ha aumentado por causas que aún no han sido identificadas con precisión, pero entre las que podrían estar el impacto de las crisis económicas, el uso descontrolado de medicamentos y la fácil posesión de armas de fuego.
Ante la posibilidad de que la tasa de desesperación
aumente debido a la pandemia de coronavirus, la experta llamó a identificar a las personas que se encuentren más proclives a tener ideas suicidas, para darles ayuda sicológica y crear ambientes más protectores, sin estigmatizarlos por tener un padecimiento emocional.
Impacto en colectivos que ya sufrían discriminación
La investigadora Alfiee Breland-Noble, directora de la organización civil Aakoma Project, alertó que la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19 impacta de manera diferenciada a colectivos que ya sufrían discriminación, pobreza y racismo, entre ellos los afroestadunidenses y los grupos de diversidad sexual.
Frente a ello, dijo, es necesario terminar con la estigmatización que sufren las personas que tienen alguna enfermedad sicológica o emocional, especialmente de dichos grupos vulnerables, porque para muchas personas que ya sufrían racismo, xenofobia y discriminación, atender su salud mental no es prioridad
.
David Gunnell, profesor de la Universidad de Bristol, coincidió en que la cuarentena por el Covid-19 ha hecho aumentar el aislamiento, el estrés, la violencia doméstica y el abuso de sustancias, por lo que se deben buscar maneras de acercar a las personas los servicios de asistencia sicológica que necesitan, sin que eso sea un acto del que se sientan avergonzados.