El multimedallista mundial paralímpico Diego López afirma estar tranquilo y enfocado a lo que se puede hacer, aunque es algo difícil por lo que estamos viviendo con la pandemia del Covid-19, pero eso no significa claudicar en las metas que se ha forjado para estar en el podio en Tokio en la natación.

Estamos encerraditos, sin poner en riesgo la salud física, dice el clasificado a la justa japonesa, considerado un potente ganador de preseas en las pruebas de velocidad, donde posee récords del mundo.

Diego cumple el confinamiento y lo hace de forma especial al compartirlo con su familia, porque no había tenido la oportunidad de estar con ellos desde hace tiempo luego que dejó su natal Xalapa para vivir y entrenar en el Centro Paralímpico de la Ciudad de México, que se encuentra cerrado hace más de un mes por la emergencia sanitaria.

“Estoy aislado con mi familia y tenía tiempo que no disfrutaba estar con mis papás. No nos quedamos en Xalapa y nos venimos a la casita que tenemos en Otates, en el municipio de Actopan, Veracruz. No son vacaciones, porque yo no he dejado de entrenar.

Sigue entrenando

La ventaja que tengo es que me prestan albercas que tie-nen mis tíos y aprovecho para hacer mis series, no al 100 por ciento, pero no he dejado de estar en el agua. Mi entrenador Fernando Gutiérrez me envía los programas, además fortalezco mis brazos con rutinas de liga y también tomo mis clases de la Universidad en línea, explica el ganador de nueve medallas, cinco en los Juegos Parapanamericanos de Lima y cuatro en el Mundial de Paranatación en Londres 2019 que le hicieron acreedor al Premio Nacional de Deportes.

El confinamiento, dice Diego, le ha permitido estar más conectado con la naturaleza bajo la sombra de árboles de mango y arroyos.

La sociedad tiene que tomar conciencia del encierro, el resguardarse en casa para seguir continuando con nuestras vidas una vez que se controle (la situación), hacer caso de no salir, sabemos que nos afecta a todos y tener en claro que esto va a pasar y a seguir luchando, expresa el nadador de 24 años que desea hacer historia en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021.

No he dejado de nadar ningún día, estoy muy animado, y quiero lograr un buen resultado el próximo año, afirma el estudiante en administración de negocios.