Trabajadores del área de ambulancias del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) denunciaron el despido de la jefa de Issstemergencias, Marlene López Betanzos, por solicitar los insumos de protección para personal de ese departamento, quienes trasladan a pacientes identificados o sospechosos de Covid-19.

Agregaron que Fiacro Jiménez Ponce, subdirector de Regulación y Atención Hospitalaria, sólo se ha dedicado a debilitar el departamento transfiriendo ambulancias a provincia y dejándonos sin insumos.

El funcionario, subrayaron, tiene total desconocimiento de la forma en que opera este departamento, pero en particular de su importancia, por lo que debemos laborar sin los insumos necesarios y básicos para nuestra protección.

Por su parte, enfermeras, médicos y trabajadores administrativos del hospital general Balbuena, adscrito a los servicios de salud del gobierno de la Ciudad de México, protestaron por la falta de artículos de seguridad como guantes, cubrebocas y gel antibacterial.

En entrevista, personal de recepción destacó que si bien este nosocomio no se va reconvertir en instalaciones para enfermos de Covid-19, sí están llegando pacientes con síntomas respiratorios, y nosotros somos su primer contacto, pero no tenemos acceso ni a gel antibacterial.

Tras maniferstarse frente a las instalaciones del nocosomio, señalaron que hasta la fecha no hay condiciones mínimas de protección, no sólo para enfermeras y médicos, también para el personal administrativo de primer contacto, que somos los grandes olvidados, señaló Cassandra, quien labora en el área de recepción. Destacó que pese a no ser un hospital Covid-19, todos los días vemos a personas con síntomas respiratorios. Además, revisamos cama por cama si los pacientes permanecen o no internados, quiénes serán trasladados y hasta los cuerpos que bajan a patología.

En tanto, el Issste puso en marcha la guía sectorial operativa para el manejo de cadáveres de casos positivos en sus unidades hospitalarias, con el fin de evitar el contagio del Covid-19 y proteger tanto al personal de salud como a los familiares.

La medida señala que sólo un familiar responsable deberá ingresar a identificar el cuerpo con las medidas de protección indicadas, sin tener contacto físico con el cuerpo ni con superficies y áreas donde se ubica. Se debe introducir el cadáver lo más pronto posible en una bolsa especial impermeable, que será cerrada y sellada, y no podrá ser abierta en ninguna circunstancia.

Miguel Ángel Nakamura López, responsable de Programas de Atención Especial de la Subdirección de Prevención y Protección a la Salud, destacó que los cuerpos de los fallecidos por el coronavirus son considerados potencialmente infecciosos, ya que todavía tienen secreciones que pudieran contener partículas virales y transmitir la enfermedad, por lo que se debe disponer de ellos de manera adecuada e inmediata.