El anuncio de las autoridades locales sobre el cierre de negocios y establecimientos comerciales a causa del Covid-19 comenzó a tener efectos desde ayer, principalmente en centros comerciales.

En la ciudad se viven dos contrastes a causa de la pandemia: por un lado grandes cadenas comerciales, como cines y gimnasios comenzaron sus cierres, mientras en las colonias populares aún se instalan los mercados sobre ruedas; en ambos casos no se aplica la recomendación de la Sana Distancia.

Los pasillos del centro comercial Parque Tezontle, ubicado en la alcaldía Iztapalapa, lucieron relativamente vacíos, aunque se vio a grupos de personas que recorrieron tiendas, principalmente de telefonía móvil.

Con excepción de los cines, gimnasios, centros de entretenimiento y tiendas de ropa que permanecieron cerrados, salones de belleza, chocolaterías, cafeterías y lugares donde se vende comida rápida se mantuvieron abiertos, aunque con pocos clientes.

Por ejemplo, en una de las tiendas dedicada a la venta de muebles se tomaron medidas preventivas, como la reducción del horario, en lugar de abrir a las 9 de la mañana lo hicieron a las 12.

En tanto, en la unidad habitacional Vicente Guerrero, también en la alcaldía Iztapalapa, se instalaron tres puestos de venta de fruta, verdura y antojitos, como todos los días.

Para nosotros es un día normal, no estamos en cuarentena. Si el gobierno nos pagara por toda la fruta que vendemos, nos mantendríamos encerrados, pero mientras no sea así tendremos que salir a vender, dijo el señor Polo, dueño de un puesto ubicado afuera de una plaza comercial donde se juntaron aproximadamente 60 personas para comprar y comer.

A un costado de dos puestos improvisados una decena de personas se sentaron hombro con hombro para comer quesadillas. Los encargados afirmaron desconocer el exhorto para mantener la Sana Distancia y dijeron que como medidas preventivas utilizan gel antibacterial y procuran lavarse las manos constantemente.