Saltillo, Coah., La Comisión Federal de Electricidad (CFE) rechazó los planteamientos de productores de carbón y del gobierno de Coahuila para reactivar de inmediato la compra de mineral para las dos plantas carboeléctricas localizadas en el municipio de Nava.

Según el gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme Solís, la CFE argumentó que la adquisición de más carbón no se justifica, pues los almacenes de las dos plantas se encuentran a tope.

El problema, señaló, es que está de por medio el ingreso básico de miles de familias que dependen directamente de la producción de carbón. Económicamente hablando, las condiciones de la región Carbonífera no son buenas. Empieza a faltar la derrama económica, lo que se manifiesta en la microeconomía, en la proveduría de servicios y el comercio local.

El gobernador se entrevistó el martes con el director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, para plantearle las necesidades de los productores de carbón y proponerle que se establezcan contratos a largo plazo.

Bartlett sólo accedió a buscar un programa emergente de compra del energético para aliviar en parte la economía regional, pero no accedió a los programas de largo alcance con el argumento de que los patios de las plantas termoeléctricas de Nava se encuentran al límite de su capacidad de almacenamiento.

Aunque se iniciara la licitación mañana (para el contrato emergente), habría que esperar mes y medio para la contratación y empezar a surtir los pedidos de carbón; eso retrasa todo y afecta a la economía local, dijo el gobernador.

Los productores de carbón tuvieron esperanzas en mayo de 2019, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó la región Carbonífera de Coahuila y les ofreció contratos multianuales de largo plazo para la adquisición de carbón.

Le voy a pedir al director de la CFE, Manuel Bartlett, que venga con ustedes y establezca un acuerdo, no de cuatro meses; que sea de tres o seis años para que se mantengan las fuentes de trabajo, dijo entonces.

El último contrato de la empresa productiva del Estado con los carboneros de Coahuila fue en noviembre de 2019, cuando autorizó la adquisición de 300 toneladas.

Ante la renuencia de la CFE, los productores amagaron con movilizarse y bloquear las instalaciones de las plantas de Nava. Riquelme Solís no descartó la posibilidad de sumarse a las manifestaciones.