Melbourne. La estadunidense Sofia Kenin logró, a sus 21 años, su primer título de Grand Slam al derrotar a la española Garbiñe Muguruza en tres sets, por 4-6, 6-2 y 6-2, para convertirse en la segunda tenista más joven en adjudicarse el certamen australiano.

Kenin, de origen ruso, comenzó el torneo como jugadora 15 del mundo. Nunca había superado los octavos de final de un Grand Slam (Roland Garros en 2019), pero se mostró superior a una irregular Muguruza (32), que buscaba su tercer grande, tras conquistar Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017).

Se convirtió en la campeona más joven del Abierto de Australia desde que la rusa Maria Sharapova, su ídolo de infancia, ganó el título con 20 años en 2008 y superó por 22 días a la japonesa Naomi Osaka cuando se impuso en Melbourne el año pasado.

Sueño hecho realidad

Oficialmente, mi sueño se ha hecho realidad. Si tienen sueños, vayan por ellos. ¡Pueden alcanzarse!, declaró Kenin al recibir el trofeo.

La final fue un reflejo de lo que es Muguruza como tenista, alternando momentos de gran tenis (35 winners por 28 de la rival) y otros de desconexión (con 45 errores no forzados, 23 para Kenin, y 8 dobles faltas), frente a una rival que se fue agrandando conforme avanzaba el encuentro, tanto físicamente como en nivel de juego.

Este domingo se conocerá al campeón masculino, en una final que tendrá al “rey de Australia”, Novak Djokovic, en busca su octava corona, contra el austriaco Dominic Thiem.

El serbio, además, saldrá muy motivado, ya que el título le serviría para recuperar el puesto de número uno mundial que cedió a Rafael Nadal al final de la pasada temporada.

Un decimoséptimo trofeo de Grand Slam le acercaría, además, a Roger Federer (20) y al propio Nadal (19) en la carrera por el récord de títulos de torneos grandes que mantienen.