Miami. Andy Reid ha ganado más partidos que cualquier otro entrenador sin un título de Supertazón, por lo que la gente se pregunta si podrá salir victorioso del gran juego con los Jefes de Kansas City ante su oponente Kyle Shanahan, una de las mentes ofensivas más creativas de la NFL, capaz de deshacer cualquier defensa con un libro de jugadas rebosante de inventos para que los 49ers de San Francisco se pongan el sexto anillo y unirse a Patriotas de Nueva Inglaterra y Acereros de Pittsburgh como máximos triunfadores en el Supertazón 54.

La victoria para Kansas City sería la gloria suprema de la larga carrera del entrenador en jefe del equipo. Una figura popular conocida cariñosamente entre sus jugadores como Big Red, Reid, de 61 años, nunca ha ganado un Supertazón.

La crítica contra Reid a lo largo de su carrera de 21 años como entrenador ha sido su incapacidad para conseguir un campeonato. Tiene una foja de 1-4 en los partidos por el título de la conferencia durante las 14 temporadas que estuvo en Filadelfia, y las Águilas perdieron ante los Patriotas en el Supertazón de 2004.

Reid perdió otro título de conferencia en casa el año pasado con Kansas City para estar de vuelta y ser protagonista en el cierre de la temporada 100 de la liga en la disputa del trofeo Vince Lombardi.

Sus jugadores han hablado toda la semana sobre lo mucho que quieren ganar este partido para darle su primer anillo de entrenador en jefe –obtuvo uno como asistente con Green Bay hace 22 años– y solidificar sus credenciales para el Salón de la Fama.

Ha tenido una carrera increíble, dijo Patrick Mahomes. Obviamente, queremos ganar este juego, el grande, para que lo ponga en su palmarés, enfatizó el jugador de 24 años, quien está a un paso de ser el segundo mariscal más joven si consigue hoy la victoria después de Tom Brady.

Reid podría haber ganado el Supertazón si la ofensiva hubiera tenido una mejor actuación contra Nueva Inglaterra hace 15 años. Donovan McNabb lanzó tres intercepciones, fue capturado en cuatro ocasiones y el equipo tuvo cuatro entregas de balón. Y aún así, las Águilas perdieron 24-21.

Con los Jefes heredó un equipo con marca de 2-14 en 2013 y ganó 11 encuentros en su primera temporada.

Ahora, 50 años después de que los Jefes ganaron su pasado campeonato y luego de 15 años desde la más reciente oportunidad de Reid para conquistar uno, están cerca de hacerlo.

Sin embargo, el entrenador en jefe de los 49ers, Kyle Shanahan, es más que capaz de alterar ese cuento de hadas.

Shanahan, de 40 años, puede sentir que tiene un punto que demostrar después de la pesadilla del Supertazón de 2017. Era el coordinador ofensivo de los Halcones de Atlanta cuando desperdiciaron una ventaja de 28-3 en el tercer cuarto para perder en tiempo extra contra los Patriotas.

Su talento como entrenador es innegable. Esta temporada, Shanahan ha supervisado un renacimiento de los 49ers que transformó al equipo de un récord de 4-12 en 2018 a una imponente potencia de 13-3.

Dice que ha usado el amargo recuerdo de la derrota del Supertazón de hace tres años como un grito de guerra para su joven equipo comandado por el mariscal Jimmy Garoppolo en la búsqueda de poner en lo más alto a 49ers en lo que será la disputa de una final inédita entre dos franquicias que quieren poner punto final a una sequía.

Lamar Jackson, el jugador más valioso

Garoppolo tiene la oportunidad de jugar y ganar un título en su tercer viaje al Supertazón, tras ser el respaldo de Tom Brady en las ediciones de 2015 y 2017, ganados por Nueva Inglaterra, antes de ser intercambiado con los gambusinos.

El Hard Rock Stadium de Miami acaparará las miradas de mi-llones de personas en el orbe cuando en punto de las 17:30 horas se dé la patada inicial, para definir al nuevo monarca, aunque antes disfrutarán el espectáculo de Shakira y Jennifer López en el medio tiempo.

En tanto, Lamar Jackson, mariscal de los Cuervos de Baltimore, fue designado ayer el jugador más valioso de la temporada.

El ex profundo de Acereros de Pittsburgh, Troy Polamalu, encabeza la lista de los cinco jugadores de la era moderna que serán inmortalizados en el Salón de la Fama de la NFL en Canton, Ohio, como parte de la clase de 2020.

A Polamalu se le unen el ex receptor de Carneros en ese entonces de San Luis, Isaac Bruce; el antiguo corredor de Potros de Indianápolis y Cardenales de Arizona, Edgerrin James; el guardia Steve Hutchinson, miembro de Seattle, Minnesota y Tennessee; y el profundo Steve Atwater, quien jugó para Broncos de Denver.

Estos jugadores de la era moderna se unen al ex comisionado de la NFL, Paul Tagliabue; a los entrenadores Bill Cowher y Jimmy Johnson, el profundo Donnie Shell y a 11 contribuidores y jugadores para formar la Clase del Centenario.