El Senado conmemoró ayer, como lo ha hecho cada año desde 2011, a las víctimas del Holocausto y en recuerdo al embajador Gilberto Bosques Saldívar. Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), destacó todos, sin importar ideología, partido, credo o religión, repudiamos el autoritarismo, la xenofobia, el antisemitismo, la homofobia, el odio, la indiferencia, que permitieron las atrocidades cometidas en Europa en el siglo pasado.

Ante los embajadores de Israel, Zvi Itzhak; de Alemania, Peter Tempel, y de Polonia, Maciej Zietara, Monreal señaló que el Holocausto es parte de la historia de la humanidad, es una tragedia y así debemos actuar frente a los horrores de ella.

Todos, abundó el morenista, alzamos una voz, una voz inquebrantable por la defensa y la salvaguarda de los derechos humanos. Por eso recordamos, un día como hoy, 27 de enero de 1945, se llevó a cabo la liberación del campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, tras ser el sitio de la tortura y asesinato de más de un millón de personas.

Zietara, embajador de Polonia en México dijo que su país condena el antisemitismo y se opone a cualquier clase de negacionismo. El uso de los símbolos nazis es un delito tipificado en el código penal. La enseñanza sobre el Holocausto es parte del currículum escolar”.

Tempel, embajador de Alemania, manifestó que 75 años después del Holocausto, las comunidades judías en Alemania hoy cuentan con una población de más de 100 mil personas, es un gran regalo que las judías y los judíos vean actualmente a Alemania como su hogar. La vida judía es parte de nuestra cultura y de nuestra identidad.

Por su parte, Itzhak, embajador de Israel, señaló que el antisemitismo y racismo son una enfermedad maligna que destruye y aparta la sociedad desde adentro y ninguna sociedad y democracia es inmune. “Afortunadamente México es un refugio seguro para la comunidad judía, una isla de tranquilidad en un mundo tumultuoso, donde el antisemitismo está creciendo, pero no debemos ser complacientes.