Al conmemorar 75 años de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz, representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de la comunidad judía entre otros, destacaron que el discurso de odio, la discriminación e intolerancia siguen presentes en las esferas pública y privada.

Giancarlo Summa, director del Centro de Información de la ONU en México, destacó que estamos viendo un resurgimiento preocupante del discurso del odio en todo el mundo. Los neonazis, supremasistas blancos están resurgiendo, organizándose y difundiendo su venenosa ideología en las redes sociales, y además, alertó que políticos sin escrúpulos están apoyando estos movimientos.

Eduardo Jaramillo Navarrete, director general para la ONU de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dijo que el antisemitismo y otras formas de intolerancia religiosa, la xenofobia y el racismo lejos de estar erradicados se están exacerbando en distintas partes del mundo.

Ante este panorama, llamó a fortalecer nuestras acciones para contrarrestar el extremismo violento y crímenes de odio. Debemos estar a favor de la igualdad, la tolerancia, los derechos humanos y la cultura de la paz.

Además, refrendó la solidaridad del gobierno mexicano con la comunidad judía de todo el mundo, así como con aquellos pueblos que también han sido víctimas del genocidio y otras atrocidades.

Por su parte, Tania Ramírez, directora general adjunta de vinculación, cultura y educación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), pidió no olvidar que el odio a quien es diferente inicia poco a poco con prejuicios que se transmiten durante los primeros años de vida, empiezan en los hogares con las primeras palabras, con gesto y expresiones de rechazo a quienes no son como nosotros. Prejuicios que como las y los migrantes se les entiende como invasores o un peligro para el país, algo similar a lo que podríamos estar viviendo en estos momentos.

Los participantes coincidieron en que memoria y educación son herramientas que deben usarse para erradicar esos fantasmas. El Holocauso es una de las grandes lecciones para la humanidad, señalaron.