Martes 28 de enero de 2020, p. 3
Madrid. Un nuevo estudio de la Universidad Northwestern es el primero en descubrir que las bacterias que viven en el polvo doméstico pueden propagar genes de resistencia a los antibióticos. Aunque la mayoría de las bacterias son inofensivas, los investigadores creen que estos genes podrían propagarse a los patógenos, haciendo que las infecciones sean más difíciles de tratar.
Esta evidencia, en sí misma, no significa que la resistencia a los antibióticos esté empeorando
, puntualiza Erica Hartmann, profesora asistente de ingeniería ambiental en la Escuela de Ingeniería McCormick de la Universidad Northwestern y directora del estudio. Es sólo un factor de riesgo más. Algo de lo que debemos tener cuidado
.
Según publica en la revista PLOS Pathogens, una bacteria puede compartir sus genes usando cualquiera de los dos métodos: división, que es el equivalente a tener un bebé, o transferencia horizontal de genes.
El método principal para diseminar genes de resistencia a antibióticos entre especies, la transferencia horizontal de genes, ocurre cuando una bacteria hace una copia de sus genes y los intercambia con un vecino. Hartmann y su equipo fueron los primeros en descubrir que los genes de resistencia a los antibióticos en los microbios del polvo tienen capacidades móviles.