n los no lejanos tiempos electorales de 2018 corrían apocalípticas cuan insistentes versiones de que si Andrés Manuel López Obrador resultara ganador de la contienda presidencial irremediablemente el peso mexicano se desmoronaría frente al dólar estadunidense y el tipo de cambio treparía a 30 por uno, cuando menos.

Pues bien, de entonces a la fecha en ningún día se cumplieron esos terroríficos pronósticos –divulgados, con fines propagandísticos, por los videntes financieros de siempre, que se prestan a lo que sea– y en los cerca de 18 meses transcurridos desde las referidas elecciones lo más lejos que llegó el tipo de cambio fue el 23 de noviembre de 2018 (20.39 pesos por dólar, a una semana de la toma de posesión) y el 30 de agosto de 2019 (20.07 por uno, ya en ejercicio de la Presidencia).

Valga lo anterior para dar contexto al más reciente análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, el cual documenta que las últimas dos semanas de 2019 y las que han transcurrido del presente año el tipo de cambio peso-dólar se ha mantenido por debajo de 19 unidades.

El análisis del CEFP detalla: del 17 al 24 de enero de 2020 el tipo de cambio fix pasó de 18.7388 a 18.8313 pesos por dólar, lo que representa una depreciación de nueve centavos para el peso, revirtiendo así dos semanas de ganancias, pero manteniendo una cotización por debajo de 19 unidades por billete verde.

En lo que va del presente año la moneda nacional registró un valor medio de 18.79 pesos por dólar, nivel por debajo de los promedios de 2018 y 2019 (19.23 y 19.25, respectivamente). Respecto al cierre de 2019, el peso acumuló una apreciación de 0.17 por ciento. El comportamiento semanal de la moneda mexicana se relaciona con el fortalecimiento del dólar a nivel global; la mayor aversión al riesgo en los mercados financieros, producto de posibles aranceles a la Unión Europea por parte de Estados Unidos y al brote de coronavirus en China. Internamente, a la publicación del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual mostró una contracción durante noviembre de 2019 (0.8 por ciento en términos anuales, porque en ese mes aumentó marginalmente: 0.1 por ciento respecto del resultado de octubre pasado).

En los Criterios Generales de Política Económica para 2020, la Secretaría de Hacienda estimó un tipo de cambio promedio de 19.40 pesos por dólar para 2019 y de 19.90 para 2020. En el primero de los años citados tal promedio fue de 19.25 y en el segundo, hasta ahora, de 18.78, es decir, una diferencia –para bien– de 0.77 y 5.63 por ciento, respectivamente.

El propio CEFP reveló que al cierre de 2019 las reservas internacionales netas registraron un saldo de 180 mil 877 millones de dólares, derivado del saldo en las reservas brutas por 183 mil 28 millones menos el pago de pasivos en moneda extranjera a corto plazo (2 mil 151 millones). Respecto al cierre de 2018, las reservas internacionales netas mostraron un aumento de 3.5 por ciento, equivalente a 6 mil 85 millones.

Durante 2019, anota el citado centro de estudios, se registró la entrada de 545 millones de dólares por parte del gobierno federal y Pemex; además de 6 mil 98 millones de dólares que correspondieron al cambio en la valuación de los activos internacionales y otras operaciones.

Las rebanadas del pastel

Cápsula de memoria, año 2006: la Comisión Federal de Competencia sancionó a farmacéuticas y personas por acuerdos ilegales para repartirse las licitaciones del IMSS para adquirir medicamentos, particularmente insulinas y sueros. De no haberse coludido las empresas involucradas, el Seguro Social podría haber adquirido, por ejemplo, 727 ambulancias, 2 mil 168 incubadoras o construido cinco clínicas con 10 consultorios médicos cada una. Las pruebas señalaban a PISA, Eli Lilly, Cryopharma, Probiomed, Fresenius y Baxter como responsables. También se emplazó como probables responsables a funcionarios de dichas empresas por su participación en el cártel… Catorce años después, siguen en las mismas.

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