La comercialización del gas licuado de petróleo (LP) que es robado alcanza hasta 30 por ciento del mercado nacional, estimó Adrián Calcaneo, director para líquidos de la consultoría global en materia energética IHS-Markit.

Consideró que el valor del mercado negro de ese energético asciende a unos mil 64 millones de pesos, equivalente a 56 millones de dólares mensuales. La zona donde más se comete ese delito es en Puebla, pero también hay robo en todo el país. Son robos a carros-tanque de las compañías distribuidoras.

Sobre las recientes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de que el incremento del robo de gas es para debilitar la capacidad operativa de Petróleos Mexicanos (Pemex), expresó que éstas son desafortunadas, porque la empresa apenas cubre 45 por ciento del mercado y el resto es de los distribuidores, quienes importan el energético desde 2016.

Ellos no tienen la necesidad de sabotear a Pemex, porque además de ser un delito grave se exponen a que les retiren los permisos como empresas legal y formalmente constituidas.

Calcaneo agregó: Si se está refiriendo a los competidores como la gente que se está robando el mercado, esa es competencia desleal. En ese aspecto es una declaración un poco peligrosa, porque hay que aclararla.

Aclaró que el mercado que ha perdido Pemex es lo que antes importaba, y lo que la petrolera produce lo vende muy bien. Lo que antes compraba del exterior para comercializar, agregó, ya no lo importa.

▲ El gas licuado de petróleo se consume en 70 por ciento de los hogares mexicanos.Foto María Luisa Severiano

Decir que los privados están saboteando a Pemex quita la mira a la atención real, que es la gente que está robando el combustible y lo está comercializando a Pemex y a los privados, destacó.

Adrián Calcaneo apuntó que la producción de gas LP ha caído considerablemente en años recientes, a consecuencia del declive en la producción de gas natural y la baja utilización de refinerías. Para satisfacer la demanda de este combustible, utilizado en 70 por ciento de hogares en México, se ha recurrido a las importaciones.

Recordó que la caída de la producción de gas LP no es un problema nuevo. El declive comenzó en 2015 y cada año la situación ha empeorado. Se ha estabilizado en meses recientes, pero está muy lejos de los niveles originales.

Por su parte, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas (Amexgas) considera que el robo de dicho gas se concentra en Ciudad de México, estado de México, Puebla, Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala y Guanajuato.

Las estimaciones de la Amexgas sobre el robo exclusivamente a Pemex es de 500 millones de pesos, para totalizar unos 6 mil millones anuales.