Aunque según especialistas los pronósticos sobre crecimiento económico del país de instituciones financieras y organismos locales e internacionales son clave para que las empresas elaboren sus proyectos, en años recientes las predicciones han estado lejos de cumplirse.

De acuerdo con la Encuesta Citibanamex de Expectativas, en enero de 2019 los analistas de las principales instituciones financieras del país esperaban que el país tuviera el año pasado un crecimiento de 1.8 por ciento, pero la realidad es que la economía permaneció estancada y ahora su predicción es de cero por ciento.

Según Carlos Capistrán, economista jefe de Bank of America Merrill Lynch México, los pronósticos de variables económicas son ampliamente utilizados, entre otras cosas, en la planeación empresarial, la administración financiera, las negociaciones salariales y la implementación de políticas monetarias.

En todos esos casos permiten a las compañías tomar decisiones en el presente sobre eventos aún por ocurrir, señaló el especialista, quien también fue director de análisis macroeconómico del Banco de México (BdeM).

La instituciones financieras no son las únicas que han quedado lejos en sus pronósticos. También el gobierno. Por ejemplo, a principios de 2019 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimaba un crecimiento de entre 1.5 y 2.5 por ciento, mientras el BdeM preveía un dinamismo de entre 1.1 y 2.1 por ciento.

A escala internacional sucedió algo parecido. A principios de 2019 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos tenía una expectativa de crecimiento para ese año de 2 por ciento, mientras el Fondo Monetario Internacional esperaba 2.1.

Para Alejandro Saldaña, economista jefe de Ve por Más, los pronósticos económicos son importantes porque, cuando las expectativas son bajas, se refleja en variables de inversión bastante reducidas y en un consumo deprimido, tal como sucedió el año pasado, por lo cual las instituciones deben hacerlo con la mayor responsabilidad posible.

Los pronósticos se deben hacer con responsabilidad, porque inciden en las decisiones de los agentes económicos y de la economía del país, pero hay elementos difíciles de prever en el camino, como las recientes tensiones entre Estados Unidos e Irán. Por eso hay que tomarlos con una visión direccional, manifestó.

Víctor Gómez, subdirector de análisis económico de Finamex, destacó que el reto de las instituciones financieras es generar pronósticos más confiables, pues su principal objetivo es poner a disposición de los agentes económicos datos puntuales de hacia dónde se dirige la economía a corto plazo.

Los pronósticos de crecimiento son guía de la trayectoria que seguirá la economía a lo largo del año, la cual sirve para tomar decisiones de inversión, puntualizó.