Estudiantes sin miedo en Chile
o les tenemos miedo”, es el mensaje contundente que los estudiantes de Chile dirigen al gobierno de Sebastián Piñera. Vamos a seguir en las calles a pesar de la represión, la criminalización y de que el gobierno y la derecha quieran vernos presos
, advirtieron los jóvenes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), los mismos que hace casi tres meses iniciaron la revuelta popular más grande de las recientes décadas en el país andino.
Mientras ellos hablan de represión, nosotros hablamos del fin a la educación de mercado
, declararon luego de ser amenazados por el gobierno en el contexto del exitoso bloqueo a la Prueba de Selección Universitaria (PSU), un test estandarizado aplicado en Chile desde 2003 para el proceso de admisión a la educación universitaria. Una prueba que, indica la ACES, es segregadora porque quien no tiene el dinero para tener acceso a una educación que lo prepare para ella, no puede pensar en un alto puntaje
.
El argumento es claro, pues en Chile las personas que estudian las carreras que exigen puntajes más altos provienen, en su mayoría, de familias sin problemas económicos, mientras los que estudian carreras precarizadas son jóvenes de la clase trabajadora.
En estos tres meses, de manera paralela al rol de la primera línea conformada por jóvenes que definen en las calles la confrontación con las fuerzas represivas del Estado, se construye desde abajo el país que se quiere, al tiempo que se van poniendo en evidencia las políticas neoliberales que pusieron a la gran mayoría en la cuerda floja. La educación, la salud, el trabajo y la vivienda son los ámbitos más cuestionados.
A las amenazas de Piñera, los estudiantes movilizados responden que son una muestra más de que están desesperados y de que este gobierno violento no quiere escuchar, pues lo único que quiere es seguir reprimiendo a su propio pueblo
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Ellos creen que amenazando a la ACES, los estudiantes dejarán de movilizarse; lo que no saben es que miles de secundarios se han autoconvocado para funar (efectuar una manifestación de acto y repudio público) la prueba. Si quieren venir a buscarnos, aquí estamos, porque no bajaremos los brazos
, sentenciaron quienes no tienen nada que perder.