La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex), derivada de la caída de la producción de crudo, es un riesgo para las finanzas públicas del país, sostuvo ayer Alejandro Werner, director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el Hemisferio Occidental.

Al participar en el seminario Perspectivas Económicas 2020, manifestó que existe esa preocupación, pues la debilidad financiera de la empresa productivadel Estado se ha acentuado, pues no se ha podido detener el comportamiento negativo de la producción.

Ello, dijo, se ha materializado en los grandes crecimientos en el diferencial de intereses, es decir, entre lo que pagan Pemex en sus bonos y el soberano.

Eso, continuó, refleja la preocupación de los inversionistas en prestar a Pemex. Es un termómetro del riesgo que ven en el sector, el cual podría contaminar las finanzas públicas.

Alejandro Werner sostuvo que, en la medida en que la carga financiera de la empresa incremente la del soberano, ello podría limitar los beneficios y esfuerzos que se está haciendo en materia de finanzas públicas.

Admitió que en México prevalece la estabilidad del marco macroeconómico, que se ha materializado de manera consistente, pues se espera que las finanzas públicas de 2019 cierren con el cumplimiento de las metas fiscales establecidas en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación, mientras la inflación se redujo y el mercado cambiario ha tenido menor intervención.

Werner destacó que la falta de crecimiento de México amplifica el reto para los años próximos, y explicó que el FMI considera que el país no creció en 2019 debido a factores externos, como el vínculo que tiene el país con la industria manufacturera de Estados Unidos, pero también por la ratificación del tratado comercial de América del Norte.

El funcionario agregó que existen factores domésticos que influyeron, como la incertidumbre que surge en cada cambio de administración, mientras el nivel de la inversión en la nación fue el más bajo desde 2009.

México, expresó, tiene el reto de generar certidumbre para que el sector privado invierta y sea el motor de generación de empleos y crecimiento económico.

El país puede tomar ventaja del panorama global, en el que se están redefiniendo las cadenas de valor, pero para ello debe ofrecer certeza. De nada servirá solucionar la externa si al interior falta ese factor, añadió.