Sociedad y Justicia
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Casi 5 años secuestrado; no sabe que ganó amparo contra la interdicción
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de enero de 2020, p. 26

El 13 de marzo de 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó por primera vez en su historia que era inconstitucional la interdicción, figura legal mediante la cual una persona con discapacidad es declarada jurídicamente incapaz. El ganador de este amparo, Tomás Barrón Sánchez, no pudo enterarse del fallo, pues para entonces llevaba casi cuatro años secuestrado.

Cuando Tomás era niño enfermó de varicela, la cual le produjo una meningoencefalitis que lo dejó con un daño cerebral moderado.

Pese a esto, logró terminar la primaria y al llegar a la mayoría de edad obtuvo varios empleos formales, cotizó al Instituto Mexicano del Seguro Social e incluso comenzaba a tramitar su retiro.

Vivía con su familia en una casa en Iztapalapa, Ciudad de México, hasta que murió su padre y se inició entonces un trámite de sucesión testamentaria, en el cual se pidió por primera vez que fuera declarado en interdicción.

En 2008 falleció también su madre, y aunque ella sí dejó un testamento, por falta de asesoría legal omitió nombrar un tutor, por lo cual comenzó una disputa familiar por declarar a Tomás en interdicción y decidir quién sería su cuidador, pues ello conllevaba el poder legal para decidir sobre la casa y su pensión.

Este proceso se llevó en el juzgado 40 de lo familiar en la Ciudad de México, donde, a decir de su sobrina, Ivonne Vallejo Santillán, nunca se permitió a su tío expresar su opinión: “a Tomás jamás nadie lo ha oído, jamás una autoridad ha dicho: ‘yo quiero oír a Tomás’, como lo hacen con los niños en un divorcio: a ver tú dime qué sientes, qué piensas, qué quieres”.

Tras varios años de litigio, en los que se fueron acumulando impugnaciones y recursos, los familiares recurrieron al abogado Andrés Aguinaco, quien planteó una estrategia legal distinta: buscar que el régimen de interdicción fuera declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación , y que se permitiera a Tomás tomar sus propias decisiones.

Aguinaco promovió un amparo con el argumento de que la interdicción es una figura jurídica que constituye un estigma social, pues implica la presunción de que las personas con discapacidad no pueden o no deben hacerse cargo de sus propias vidas.

Durante este proceso, Tomás decidió vivir con la familia de su sobrina Ivonne; sin embargo, en el tiempo que se prolongó el juicio fueron objeto de diversas presiones, que atribuyen a Benjamín, hermano de Tomás, quien buscaba ser nombrado tutor y administrador de sus bienes.

El 27 de mayo de 2015 Tomás fue secuestrado cuando acompañaba a Ivonne a visitar a su suegro, en la colonia Jacarandas, alcaldía de Iztapalapa. Testigos narraron cómo los subieron violentamente a una camioneta que las cámaras del C4 del gobierno capitalino pudieron rastrear hasta que se dirigió rumbo a Texcoco, estado de México.

Aunque denunció el secuestro, su sobrina afirma que se enfrentó al desinterés y corrupción de la policía, quienes les pedían dinero para seguir con las investigaciones, pero nunca les reportaron ningún avance.

Aun con Tomás desaparecido, los abogados decidieron seguir con el juicio, hasta que en marzo pasado la primera sala de la SCJN declaró que esta figura jurídica era inconstitucional y otorgó el amparo, en una de las primera sentencias escritas en formato de lectura fácil, es decir, sin tecnicismos legales, en un lenguaje llano y sencillo. El texto de la sentencia, elaborada por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, reza: Tú, Tomás, le pediste al juez que te quitara el estado de interdicción. El estado de interdicción te prohíbe decidir por ti mismo. Tú le dijiste al juez que el juicio de interdicción estuvo mal. Nadie te explicó de qué trataba el juicio. No te dejaron opinar. Tú le dijiste al juez que tu tutor no debe opinar por ti. Tú puedes opinar por ti mismo.

Días antes de este fallo, el entonces representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, escribió un artículo en La Jornada sobre este caso, en el que lamentó el secuestro de Tomás y agregó: insto a las autoridades que están investigando su desaparición a que lleven a cabo las diligencias adecuadas para su localización con vida.

Aunque Tomás ganó su caso ante la Corte, y legalmente ya no está sujeto a la interdicción, él aún no lo sabe, continúa desaparecido.