El próximo año, el Gobierno de la Ciudad de México realizará tres megasimulacros de sismo, uno cada cuatro meses, con el propósito de que los ciudadanos estén preparados ante un eventual terremoto de alta intensidad.

El primero tendrá lugar el 20 de enero y los otros dos se realizarán en mayo y septiembre, y en dichos ejercicios se activará la alerta sísmica, pero se prevé que al mismo tiempo contenga un mensaje que diga: Esto es un simulacro, no se asuste.

Por tal motivo, añadió, se impulsará una campaña de difusión para no generar pánico entre los ciudadanos, la cual se iniciará con la distribución de trípticos, que incluirán medidas prevención y qué hacer durante el sismo.

Dijo que esta estrategia se trabaja junto con el gobierno federal, así como las secretarías de Seguridad Ciudadana y de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil capitalinas, además de que ya se cuenta con 2 mil 500 servidores públicos capacitados para actuar en caso de emergencia.

Lo anterior se suma a la plataforma Sentika, una red de ciudadanos voluntarios para casos de desastres, a la cual se han inscrito hasta ahora 2 mil 312 personas.

Ya está todo trabajado y en particular en el simulacro de enero se va a probar todo este sistema y evaluar dónde no funciona.

En otro tema, la administración capitalina informó que se sumará a la campaña federal contra las adiciones, haciendo hincapié en las consecuencias que tiene en la salud el consumo de determinadas drogas.

Asimismo, abundó, se reforzarán centros de atención, en los que se trabajará en dos esquemas: por un lado, los que ofrecen terapias tipo Alcohólicos Anónimos para detener el consumo de tajo; y por otro, para reducirlo de manera gradual; estrategia con la que se espera atender a unos 20 mil jóvenes.

También anunció que se lanzará el programa Jóvenes unen al barrio, con el propósito de dar atención a unas 3 mil personas que de alguna manera se están acercando a la delincuencia y ofrecerles otras alternativas de vida.