Los ingresos de personas en situación de calle al Centro de Valorización y Canalización de Coruña, en Iztacalco, se incrementaron en casi cuatro veces al pasar de 13 el 2 de noviembre, cuando empezó la campaña Abrigando a la Ciudad, a 51 en la madrugada de ayer, al registrarse temperaturas hasta de un grado en algunas zonas de la capital, la más baja de los 49 días anteriores.

En punto de la una de la madrugada de ayer llegó la primera camioneta de la brigada con ocho personas a bordo, todos hombres adultos, quienes habitualmente duermen en las inmediaciones del Zócalo, en los pasillos de los edificios donde se ubican las oficinas del Congreso de la Ciudad de México y del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, conocidos entre las personas en situación de calle como los arcos.

Los trabajadores sociales de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social que laboran en el centro lograron sensibilizar a las 51 personas, quienes aceptaron pasar una noche menos fría con el compromiso de que nadie los obligaría a hacer nada que no quisieran.

Además de que tendrían un techo y una cobija para dormir, acceso para tomar un baño con agua caliente y quedarse al desayuno que se sirve en punto de las nueve de la mañana, porque en el centro hay un reglamento que cumplir. Invariablemente, los horarios para la ingesta de alimentos se cumplen, por eso la comida se sirve a las 2 de la tarde y la cena a las 7 de la noche.

Josué es una de las ocho personas que llegaron en uno de los dos vehículos de la brigada –que también realizó recorridos por distintos puntos a solicitud de las alcaldías de Miguel Hidalgo y Coyoacán–, quien se mostró menos renuente a platicar su experiencia.

Dijo dedicarse a la albañilería, pero hace unas semanas se quedó sin trabajo y eso detonó problemas familiares en su casa, por lo que su familia lo corrió y ha tenido que dormir en la calle en los días recientes.

Labor de sensibilización

La labor de los trabajadores sociales se basa en la confianza, por eso se cuida y se atiende a las personas en situación de calle, que hasta el momento suman mil 723 atendidas; además, se han entregado 2 mil 230 cobijas, mil 647 bebidas calientes, 865 piezas de pan y 744 cenas.

A quienes decidieron pasar la noche en la calle se entregaron 805 kits de invierno, que consisten en una cobija, una gorra, una bufanda y guantes; y 574 kits de higiene, que incluyen una pasta y un cepillo dental, un desodorante y una toallita húmeda.

Pero la intención de los trabajadores sociales es reforzar las cuatro a: acercamiento, adaptación, activación y acompañamiento, que lleven a las personas a vivir por sus propios medios, a dejar la calle, y en algunos casos las adicciones. Por eso también se imparten talleres y oficios, como el de panadería.

Durante la campaña invernal también han sido remitidas 10 personas para tratamiento de desintoxicación y se han concretado ocho traslados al hospital, tras una revisión en el área del servicio médico.

La labor de los trabajadores sociales no es fácil, pues se enfrentan a actitudes de rebeldía, como fue el caso de una joven que vive en la calle Jalapa, en la colonia Roma, quien rechazó el apoyo y respondió: ¡Me quiero seguir drogando!, relató Laura Segura, coordinadora de Atención Emergente de Coruña.

En entrevista dijo que la labor de los trabajadores es de resistencia, de sensibilización y de mucho interés en preocuparse por los demás; por eso saben que los resultados no se verán mañana, pero confió en que en un par de años sí se puedan medir los resultados, y por eso volverá a buscar a la joven.