A 12 años de la creación del Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (Pensionissste), el sistema de cuentas individualizadas encontró sus límites, pues no ha sido capaz de ofrecer tasas de remplazo (pensiones) adecuadas y dignas, reconoció Iván Pliego Moreno, vocal ejecutivo del organismo, quien destacó que es necesaria una reforma del sistema.

En conferencia de prensa aseguró que la pirámide poblacional cambió en México, pues antes teníamos por cada pensionado a nueve o 10 trabajadores en activo, pero ahora el promedio es de cinco o seis, a lo que se suma el incremento en la esperanza de vida, lo que nos coloca en el dilema de cómo pagamos las pensiones.

Inversiones más redituables

Pliego Moreno apuntó que es necesario tener mayor flexibilidad en la búsqueda de inversiones para las Afore que resulten más redituables y generen mayor beneficio para el trabajador, en particular ante las bajas tasas de ahorro voluntario.

Agregó que actualmente el monto promedio que recibe un pensionado o jubilado por una vida de trabajo representa entre 25 y 30 por ciento de su último salario, lo que está lejos de garantizar una pensión digna.

En el caso de Pensionissste, que integra 2.1 millones de cuentas individualizadas de trabajadores del Estado (75 por ciento) y de la iniciativa privada (25 por ciento), buscamos mejorar el acceso a mejores ingresos, pues no tenemos fines de lucro, por lo que no sólo aplicamos la comisión más baja del mercado, sino que las tasas de remplazo que otorgamos van de 35 a 40 por ciento (del último ingreso), cifra que si bien es más arriba del promedio, aún resulta insuficiente.

Tras dar a conocer que el tercer sorteo anual del Pensionissste se celebrará este 20 de enero para repartir 10.7 millones de pesos en mil 29 premios para aquellos trabajadores que se sumen al ahorro voluntario de sus cuentas individualizadas, señaló que sería muy complicado regresar al sistema de reparto de pensiones, pero sí vale la pena hacer la reflexión colectiva, social, para ver cuáles son las alternativas financieramente viables que atiendan el principal problema, que es tener una vejez digna.