Mundo
Ver día anteriorViernes 6 de diciembre de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Empresas disputan bonos de emisiones de carbono

El cambio climático tiene un nuevo frente: el control de la economía verde
Foto
▲ Actividad de una planta de energía de carbón de la compañía Uniper, una refinería de petróleo y una planta química de BP, en Gelsenkirchen, Alemania. Imagen captada hace unos días.Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 6 de diciembre de 2019, p. 35

Madrid. La lucha contra el cambio climático se ha convertido en una batalla fratricida por controlar lo que hoy se conoce como nueva economía verde, en la que no sólo están en juego las llamadas energías limpias, sino también los polémicos bonos de emisiones de carbono, que se cotizan al mejor postor en el mercado internacional.

Este punto es uno de los más conflictivos de cara a las conclusiones que se están negociando a puerta cerrada en la cumbre del clima (COP25) que se desarrolla en Madrid, donde varias ONG y observadores denunciaron presiones y maniobras perversas de las potencias más contaminantes del mundo –Estados Unidos, China y Rusia– para firmar un mal acuerdo que supondría una mera solución cosmética a los graves problemas climáticos.

El consenso en la comunidad científica es casi absoluto; más de 11 mil expertos respaldaron un artículo publicado en la revista Bioscience en el cual se alertaba de que el cambio climático provocará estragos y un sufrimiento extremo.

Los representantes de las comunidades indígenas que acudieron a la COP25 coinciden en su llamado de alerta ante la devastación de sus territorios y el control cada vez más violento y represor que se ejerce sobre ellos en pos de la explotación de los recursos naturales.

En el esquema empresarial de la llamada economía verde o economía del futuro, las grandes empresas que financian cumbres como la que auspicia Madrid o que controlan los mercados internacionales de emisiones de dióxido de carbono son a su vez las empresas enérgéticas más poderosas del planeta.

En Madrid, entre las principales patrocinadoras de la COP25 destacan Iberdrola, Acciona, Endesa y las principales entidades financieras que, a su vez, pretenden influir en la toma de decisiones que se adoptarán de manera multilateral para la protección del ambiente y que en teoría deberán asumir las delegaciones de los 196 países representados, que trabajan estos días a puerta cerrada para exponerse lo mínimo a las críticas cada vez más duras de los observadores y los representantes de la sociedad civil.

Por lo pronto, jóvenes y pueblos indígenas participarpan este viernes en una marcha en Madrid, que se prevé multitudinaria.

La plataforma Friends of Earth International alertó sobre las maniobras de las grandes economías del mundo para perpetrar un mal acuerdo en la COP25, que les garantice a que sus empresas más contaminantes y más poderosas en el sector seguir enriqueciéndose con el polémico mercado de emisiones de carbono.

Su objetivo, al cual se oponen frontalmente científicos, activistas y los representantes de los pueblos indígenas, es que los mercados de emisiones de carbono acaben por ser controlados por las grandes empresas, lo que debilitaría aún más los planes nacionales de regulación y control de la contaminación a nivel mundial.