Madrid. El irlandés, reciente película de Martin Scorsese, ya está en Netflix. Como cualquier director que aprecie su trabajo, el realizador de títulos como Taxi Driver o El rey de la comedia quiere que los espectadores disfruten de su película de la mejor forma posible. Sin embargo, no contaba con una amenaza para su obra: los teléfonos móviles.

Durante una entrevista en el programa Popcorn with Peter Travers, Scorsese admitió que nunca imaginó que su largometraje podría verse en la minúscula pantalla de un teléfono. Nunca pensé en eso.

Lo cierto es que durante más o menos los 20 años pasados he estado haciendo películas tanto para televisión como para cine. Nunca para un teléfono, justificó el cineasta. Ojalá pudiera, pero no sé cómo.

Ante la inesperada circunstancia, Scorsese aprovechó para pedir que si se quiere ver una de sus películas –o cualquier filme–, por favor, que no sea en un teléfono, sino en un iPad grande, como mínimo.

La respuesta al director no se hizo esperar, aunque no del modo en que a él le gustaría.

En las redes sociales se volcaron a inventar las maneras más ingeniosas de ver El irlandés, con el fin de trolear a Scorsese. Desde pantallas de tamagochis hasta calculadoras, pasando por relojes digitales, los espectadores especularon con las maneras más desquiciantes de ver la cinta.