Pese a tener un enorme potencial, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) no ha cumplido a cabalidad con su misión, en gran medida porque sigue arrastrando fallas como: carencia de manuales de operación, burocracia excesiva en algunos trámites y demasiada rotación de personal, consideró Melba Adriana Olvera, aspirante a dirigir ese organismo.

Olvera es maestra en ciencias de la comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California, y hasta mayo de este año desempeñó el cargo de presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en esa misma entidad, además de haber colaborado en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en temas de discapacidad.

En entrevista con La Jornada –a unos días de que el Senado analice la terna de candidatas y designe a la nueva directora de la CEAV–, la ex ombudsperson bajacaliforniana opinó que el organismo aún no termina de consolidarse, debido a una serie de omisiones y carencias que han impedido su desarrollo total.

Es una institución con gran potencial, porque muchas de las personas que laboran ahí son muy capaces, pero también hemos encontrado que hay mucha rotación de personal, falta de manuales de operación y de flujogramas de atención, por lo que se debe rediseñar la política interna de atención integral a las víctimas, señaló.

Entre sus propuestas para fortalecer la CEAV está el diseño de expedientes electrónicos únicos de cada beneficiario, para facilitar que su caso tenga seguimiento, aunque cambie el personal de la comisión; además de brindar capacitación constante a su equipo de trabajo, para formar perfiles con mayor especialización en temas de asistencia jurídica y sicosocial.

Asimismo, consideró fundamental escuchar activamente las necesidades de las víctimas para que ellas mismas sugieran cómo debe ser la recuperación de su proyecto de vida; dotar al organismo de manuales y protocolos de atención, y agilizar el ingreso de las personas que lo necesitan al Registro Nacional de Víctimas, un proceso que hoy se lleva cerca de tres meses.

Además de lo anterior, se puede hacer una estrategia para recortar o fusionar algunos departamentos y hacer un organigrama más concreto para apostarle más a áreas sustantivas, como las de asesoría jurídica y atención sicosocial, lo que permitiría mejorar el uso del presupuesto.

La falta de congruencia en decisiones administrativas, dijo, es uno de los elementos que más han alejado a las personas de la CEAV, por lo que deben formularse políticas escuchando las necesidades de las víctimas.