Las familias y madres de los centroamericanos que desaparecen en su paso por México no quieren más promesas ni investigaciones de escritorio; quieren pesquisas de campo que logren dar con el paradero de sus seres amados; si bien hay autoridades con voluntad para dar respuestas, muchas carecen de interés.

Desde el Jardín del Arte, en la colonia San Rafael, Ciudad de México, integrantes de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos tomaron ayer aliento de activistas y simpatizantes de organismos civiles quienes organizaron un encuentro para mostrarles solidaridad.

Al pie del Monumento a la Madre, Anita Zelaya, de El Salvador, quien busca a su hijo Rafael Alberto Rolin dio las gracias “por ese acompañamiento que tanta falta nos hace. Muchas gracias por unirse […]; sin ustedes nosotras no podríamos caminar parte de la ruta que caminan nuestros hijos”.

En nombre de las 38 madres y familiares parte de esta caravana gritó a todos los vientos que están en desesperación. Tras 15 años de lucha ya no quieren promesas ni que sus casos llamen la atención sólo una vez al año. Queremos un compromiso de los gobiernos, que el tema de los migrantes sea tomado en sus metas de trabajo. Queremos que nos den una solución, solicitó Ana Zelaya.

Lucha productiva

Tras reunirse ayer en el Antiguo Colegio de San Ildefonso con la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Carla Quintana Osuna, así como personal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Fiscalía General de la República, Zelaya expresó que su lucha siempre es productiva.

Advirtió, sin embargo, una falta interés y voluntad política para actuar. Sí puede haber unos que quieren trabajar, pero también habrá muchos que no lo hacen.

“Ya no queremos que de un escritorio estén mandando únicamente oficios y sólo nos den promesas, un dulcito y sólo eso. Queremos que nos digan: ‘Sí, señora, ya sabemos algo de su hijo’”, expresó Zelaya.

En la reunión con funcionarios mexicanos integrantes de la caravana dieron seguimiento a denuncias interpuestas en años pasados y presentaron nuevos casos. Sin embargo, nueva información está costando mucho, nos dan informe de escritorio pero la lucha está ahí, es fuerte, agregó Zelaya.

La hondureña Ana Enamorado, del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), quien busca a su hijo desde hace siete años lamentó la ausencia del subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, en la reunión.

La convocatoria al encuentro fue enviada el 6 de noviembre; sin embargo, el subsecretario no llegó. Para Enamorado no hay justificación: Hay prioridad, las familias vienen una vez al año y era importante que estuviera frente a ellas y que asumiera su responsabilidad. Podía cancelar cualquier otro acto y estar presente otro día, señaló y espera que la reunión se pueda concretar antes de que la caravana se retire de México, el 3 de diciembre.